Miguel López (35 años) y Diego Aguirre (27) fueron condenados este martes a 25 años de cárcel como autores de dos asesinatos cometidos en 2022 en la zona sur de Rosario, que por ese entonces atravesaba una atmósfera de violencia en las calles.
En ese momento, los sicarios abrieron fuego contra un sujeto -identificado como Jonatan Schneider, de 31 años, en la zona de la plazoleta del barrio Molino Blanco. Como consecuencia de la feroz balacera, Graciela Carrizo, de 58 años, también fue alcanzada por las balas. La mujer estaba tomando mates en el lugar y cuando se produjo el ataque, procedió a resguardar a sus nietas.
Los autores del doble crimen fueron condenados por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego -dos hechos-, en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de guerra, en grado consumado”. 25 años de prisión para cada uno.
El fiscal probó que López y Aguirre, cada uno con una pistola, emboscaron a Schneider, con quien tenían una enemistad de arrastre. Este transitaba junto con otro hombre en bicicleta por Bermúdez y Juan Pablo II. Los pistoleros los dejaron pasar y sin previo aviso abrieron fuego contra Schneider, quien trató de escapar a la carrera en dirección hacia la plazoleta donde estaban niños y grandes, vecinos del barrio. El forense contó 15 orificios de bala en el cuerpo de la víctima.
En tanto, el fiscal Artacho se declaró satisfecho por el veredicto del tribunal. Basó su acusación en numerosos testigos presenciales del crimen que derribaron la posición de los acusados, quienes se habían declarado inocentes.