Ignacio Damián Pedernera, el joven de 21 años que había sido imputado por el crimen del taxista Mario Esusy, ocurrido en 2019, fue absuelto este martes. Únicamente se le aplicó una pena de prisión efectiva por un año por la tenencia de un arma de uso civil que fue hallada en su domicilio.
El fiscal Patricio Saldutti, de la Unidad de Homicidios Dolosos, había solicitado la pena de prisión perpetua. Por su parte, los jueces del Tribunal, integrado por Rodolfo Zvala, Nicolás Vico Gimena e Ismael Manfrín, señalaron en sus argumentos que “se han generado expectativas de condena en familiares de la víctima y de la sociedad en su conjunto”, destacaron la angustia y sufrimiento de los familiares (de la víctima) pero aseguraron que “si no se prueba la responsabilidad de un acusado no tiene que ser condenado”. Además, los magistrados mencionaron “contradicciones” en los relatos de algunos testigos. Luego de la lectura del fallo, dispusieron que el joven quede en libertad.
El crimen de Esusy se registró el 18 de abril de 2019, en la esquina de Casilda y Formosa, al ser sorprendido por tres delincuentes que se movilizaban en moto y que intentaron asaltarlo. Al tratar de escapar de su vehículo, el taxista recibió un tiro que le atravesó el brazo izquierdo e ingresó al tórax y falleció tras chocar contra un auto estacionado y una casa. Dos días después fue detenido Ignacio Damián Pedernera, un joven sin antecedentes penales que negó ser el autor del ataque. Un testigo de un robo previo al del taxista, cometido minutos antes, lo mencionó por su apodo y lo reconoció en una rueda judicial.
El asesinato del taxista derivó en un paro de actividades y movilización del secto, así como dirigentes de las cámaras de titulares de taxis y del sindicato de peones se reunieron en la sede local de Gobernación con el entonces ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro. Hubo una manifestación de taxistas frente al Centro de Justicia Penal cuando Pedernera sorteaba la primera audiencia. Allí mismo unos cuarenta vecinos y familiares del acusado sostenían con carteles que su arresto fue la cacería de un “perejil”.
El ahora absuelto por la Justicia, junto a otros dos cómplices con quienes se desplazaba en una moto, previamente -alrededor de la 1.30 de ese 18 de abril- intentó asaltar a dos personas en la zona de pasaje Madrid y Casilda. Ambos, al notar las intenciones de los delincuentes, alcanzaron a ingresar al domicilio de una de ellas. Desde la moto, uno de los ocupantes efectuó un disparo con una pistola 9mm hacia el portón del domicilio perforándolo quedando alojado en una de las habitaciones de la planta baja.
