“Necesitamos resultados concretos y a corto plazo”, reclamaron los familiares y amigos de las víctimas de la inseguridad en Rosario en medio del acampe que sostienen desde el jueves a la noche, bajo un clima de dolor y bronca por la falta de repuestas por parte de las autoridades.
La protesta inició cerca de las 19.30 del jueves, en la intersección de Santa Fe y Dorrego. El objetivo de esta movilización es que los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales tomen acciones tendientes a garantizar la seguridad de los ciudadanos.
“Nuestro reclamo es, además del pedido de justicia, que el Gobierno nos deje de desoír, nos convoque a la Junta Provincial de Seguridad, como hace con otros sectores. Queremos que nos escuchen”, expresó Leandro Pérez, hermano de Joaquín Pérez, el arquitecto asesinado en Arroyito.
“La respuesta del Gobierno fue un llamado por teléfono con el solo fin de desarticular la marcha. Nos pidieron que formalicemos un papel para presentar en la Cámara de Diputados para la formalización de la Sociedad Civil. Sin embargo, ese papel ya lo había incluido el diputado Del Frade. Ni siquiera sabían eso. Es evidente que no nos tienen en cuenta”, manifestó.
A su vez, expresó que “hasta que no se decrete que podamos participar de esas reuniones no nos vamos a mover. No vamos a claudicar. Vamos a hacer todo lo necesario”.