La planta de Acindar en Villa Constitución detendrá nuevamente sus operaciones debido a la disminución en la demanda de sus productos. El pasado viernes, la empresa suspendió las actividades en el área de reducción directa, y a partir del jueves, se sumarán la acería y, la próxima semana, los trenes laminadores. Esta paralización se extenderá por aproximadamente tres semanas.
La principal planta de producción de Acindar ya estuvo inactiva casi un mes entre marzo y abril, junto con las otras tres plantas de la empresa en el país, debido a la misma causa: la necesidad de ajustar la producción a la baja demanda de productos siderúrgicos, principalmente destinados al sector de la construcción. La decisión del gobierno nacional de detener la obra pública fue el principal detonante de esta caída, que supera el 40%.
La reducción de la actividad en la planta tiene como objetivo ajustar la producción a la mitad de su nivel habitual, pasando de 1,2 millones de toneladas anuales a 600 mil. En la planta trabajan directamente 3 mil personas, entre personal fijo y contratados, además de otros mil empleados en talleres que proveen a la siderúrgica.
Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, explicó que la planta de reducción directa, que procesa el hierro, se detuvo el viernes pasado. A partir del jueves, la acería se detendrá por tres semanas, y algunos trenes laminadores cesarán su actividad a partir de la próxima semana. También se detendrá la planta de producción de alambre. “Recibiremos suspensiones, vacaciones atrasadas y francos compensatorios”, indicó el dirigente gremial.
Recientemente, el diputado provincial Carlos Del Frade (FSP) presentó una solicitud de informes al Ejecutivo provincial sobre la situación de las plantas de Acindar en Villa Constitución y Rosario. “Es fundamental conocer la información que tiene el gobierno provincial”, expresó el legislador, quien también solicitó informes sobre la situación de los trabajadores en Sancor y Vicentin.
La agudización de la crisis productiva en Acindar contrasta con la realidad que presentó el presidente Javier Milei, quien mostró un supuesto repunte en la producción de acero entre marzo y abril, en un contexto de caídas interanuales de dos dígitos.
La industria, en general, está lejos de la recuperación prometida. Un estudio del Centro de Economía Política (Cepa) sobre la situación de los gremios que conforman la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) reveló que el 95,7% de las empresas están peor que el año pasado, y de ellas, un 56,5% “mucho peor”. En el 73,9% de las empresas hubo despidos; el 52% despidió hasta el 5% de su personal, y el 61% redujo turnos de producción. El 56,5% ofreció retiros voluntarios a sus empleados.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la utilización de la capacidad instalada por parte de la industria fue del 56,6%, muy por debajo del 68,9% del mismo mes del año pasado. En promedio, el sector manufacturero está trabajando a media capacidad.
En el sector siderúrgico, el freno en la obra pública y la caída de la demanda en la construcción han afectado a Acindar y otras plantas del sector. La planta de Villa Constitución ya estuvo inactiva entre marzo y abril por unos 30 días.
Cuando se acercaba el final de ese período, la empresa ya había adelantado al gremio la posibilidad de una nueva paralización a mediados de año. En mayo, se comunicó oficialmente esta nueva detención, que comenzó a implementarse la semana pasada.
Esta situación no solo afecta a los trabajadores del complejo, sino también a la economía de la ciudad.
