El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generó todo tipo de repercusiones, los que están a favor, los que están totalmente en contra y los que creen que el entendimiento es necesario, pero que al día de hoy, los planes del ente financiero van en contra de las políticas proyectadas por el país. El economista Esteban Guida, presidente de Fundación Pueblos del Sur, mostró su escepticismo sobre la capacidad de la Argentina para torcer el brazo a los lineamientos del organismo. En cambio, consideró que la negociación debería haberse dado a la inversa, primero “definir una estrategia de crecimiento o de acumulación de reservas” que permita el pago de la deuda para luego hacerla efectiva. “Se puso el acuerdo con el FMI por delante de la estrategia de desarrollo”, concluyó el experto.
Sobre el entendimiento al que llegó el gobierno con el Fondo Monetario Internacional, Guida sostuvo que “lo más llamativo es el hecho de que estamos firmando un nuevo préstamo de facilidades extendidas, que ya conocemos porque es del tipo que el FMI viene otorgando”. A su vez, señaló que “el presidente anunció un programa económico con una planificación de objetivos y leyes que apuntan a la industrialización o a incorporar valor a las materias primas argentinas, que diverge y no se condice con las políticas que tradicionalmente el organismo viene llevando a cabo con los países en desarrollo”.
Y agregó: “Si uno mira las medidas económicas que se están llevando a cabo en la actualidad como aumento de tasas de interés, restricción de las importaciones, una aplicación de un control cambiario más exhaustivo para controlar el sector externo, eso difiere de lo dicho en el discurso”.
En cuanto a ajustes y reformas que el propio Gobierno nacional descartó, el economista consideró que “flexibilizar las leyes laborales en el contexto de la estructura productiva actual no es ninguna medida estructural. Estamos en una economía fallida que depende del flujo internacional de capitales. Si no hay un cambio estructural en la matriz productiva, en la generación de riqueza, si le sacamos a uno para darle al otro, difícilmente vamos a poder solucionar los problemas”.
“Si el FMI va a monitorear cada tres meses el programa económico y nosotros nos queremos cambiar nuestro posicionamiento económico y geopolítico a nivel mundial, lo más probable es que el Fondo diga “hasta aquí llegó mi amor, no te desembolso más dinero y entrás inmediatamente en default”, amplió el especialista en una entrevista a La Capital.
Consultado sobre cómo va a repercutir este entendimiento, Guida respondió que “las medidas que estamos mencionando van a frenar el crecimiento que en 2021 tuvo un efecto rebote. Lo van a llevar a un piso, porque con esta matriz de crecimiento económico, la Argentina empieza a mostrarse deficitaria con respecto al resto del mundo. Si bien la balanza comercial da un resultado favorable porque los commodities están subiendo, tenemos una cuenta de servicios legales y financieros siempre deficitaria. Entonces el crecimiento en sí para nosotros es un problema externo. ¿Qué se hace? ¿Se trata de que la economía no crezca tanto? ¿Cómo se va a crear empleo así? Eso pongo en discusión”.
La inflación es otro tema que podría interferir entre lo planeado por el FMI y lo acordado con el ministro de Economía, Martín Guzmán. El experto en números consideró que “habrá un nivel de crecimiento modesto para una economía que tiene que crecer mucho más para generar los empleos que necesita, porque estamos con un 8% o 9% de desempleo y la subocupación en la Argentina es muy alta. Va a haber un leve crecimiento, pero claramente no va a ser suficiente para que el país pueda revertir el deterioro de la capacidad productiva necesaria para crear trabajo de calidad, para sanear los problemas estructurales, la pobreza, la exclusión, etcétera”.
“Es complicado cerrar un acuerdo con el Fondo, con todas sus condicionantes de siempre, y al mismo tiempo pretender que la economía genere 800.000 puestos de trabajo genuino en el sector privado”, destacó.
Por último, Guida negó que el actual conflicto entre Rusia y Ucrania afecte al país: “No van a cambiar las presiones que tiene el poder financiero económico para con Argentina. Podemos aprovechar algunas circunstancias del mercado en materias primas, que nos pueden generar un perfil exportador un poco más favorable, un aumento de precios, pero nada de eso nos va a cambiar la realidad al conjunto de los argentinos. No creo que tengamos que apostar a esto”, finalizó.