El Aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Rosario se encuentra en el umbral de una transformación significativa con la reciente confirmación de obras de modernización. La Nación anunció la reconstrucción de la pista principal, lo que permitirá la operación de aeronaves de mayor porte, y la instalación de un nuevo sistema de balizamiento que optimizará la seguridad en las maniobras de aterrizaje y despegue.
La intervención contempla la refacción completa de la pista, con un refuerzo de la capa asfáltica en el tramo central y la reconstrucción en hormigón de las cabeceras y conexiones con las calles de rodaje. Este proceso elevará la capacidad de carga y posibilitará la llegada de aviones de fuselaje ancho con hasta 300 pasajeros, ampliando considerablemente la oferta operativa del aeropuerto rosarino.
El plazo de ejecución de las obras ha sido estimado en cinco meses, durante los cuales la terminal aérea deberá suspender sus operaciones de aterrizaje por un período de 90 días. En este tiempo, los vuelos podrían ser redirigidos a otras terminales como Aeroparque o Sauce Viejo, opción que está siendo evaluada por las aerolíneas y el gobierno provincial.
En cuanto a la financiación, el proyecto se desarrollará con un esquema de inversión conjunta. El gobierno nacional, a través del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), cubrirá su parte mediante un fondo fiduciario compuesto por el canon aportado por Aeropuertos Argentina 2000. Por su parte, la provincia de Santa Fe asumirá el 50% inicial de los costos. Desde la Casa Gris se mantiene cautela sobre la disponibilidad de los fondos y la continuidad del financiamiento, aunque el convenio firmado el año pasado entre el Ejecutivo nacional y el gobernador Maximiliano Pullaro refuerza la expectativa de concreción del proyecto.
Dicho acuerdo, suscripto en junio pasado, comprometió a la Nación a la ejecución de diversas obras de infraestructura en la provincia, como mejoras en rutas estratégicas y la finalización de proyectos clave como la planta del Acueducto Gran Rosario. Sin embargo, la demora en la ejecución de algunos de estos compromisos genera incertidumbre sobre los plazos reales para la modernización del aeropuerto.
A pesar de estas dudas, los avances en la planificación de los pliegos licitatorios generan expectativas. La licitación estará a cargo de Nación, sin intervención provincial, y las autoridades locales siguen de cerca el proceso para garantizar su cumplimiento. La modernización de la terminal aérea permitirá mejorar los estándares de seguridad y reforzar su posición en el mapa de conexiones internacionales.
En el último año, la cantidad de vuelos operados desde Rosario creció un 35% en el mercado general y un 126% en los servicios internacionales, consolidando su importancia en el sistema aeroportuario del país. Actualmente, el aeropuerto recibe vuelos de Latam desde Lima, Gol desde Río de Janeiro, Copa Airlines desde Panamá y Aerolíneas Argentinas con rutas a Río de Janeiro, Florianópolis y Punta Cana, además de su tradicional operación de cabotaje.
Uno de los aspectos clave de la modernización es la instalación de un sistema de balizamiento de última generación, lo que elevará la categoría operativa del aeropuerto de Nivel 1 a Nivel 3. Esta mejora permitirá recibir más vuelos en condiciones climáticas adversas y reforzará la conectividad de la terminal con destinos nacionales e internacionales.
Mientras tanto, otro punto pendiente es la habilitación de las dos mangas de embarque conectadas al nuevo edificio, las cuales aún no han entrado en funcionamiento. La expectativa es que, con el avance de las obras, estas instalaciones puedan ser puestas en servicio, completando así una serie de mejoras que posicionarán a Rosario como un nodo aeroportuario de referencia en la región.