La provisión de vacunas contra el dengue en Rosario enfrenta serios obstáculos debido a la distribución desigual entre el Estado y las farmacias locales. Según informan desde el sector farmacéutico, los laboratorios priorizan el abastecimiento al Estado, lo que ha dejado a las farmacias sin stock suficiente para atender la demanda de la población.
Actualmente, en la Ciudad hay aproximadamente 600 farmacias, y muchas de ellas manejan listas de espera que incluyen al menos 40 personas por establecimiento. “La situación es particularmente compleja debido a que importantes obras sociales como PAMI y IAPOS que no reconocen las vacunas en sus coberturas, lo que obliga a los ciudadanos a cubrir el costo por su cuenta”, indicó en diálogo con VersiónRosario Claudia Varela, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Rosario.
El laboratorio Takeda, uno de los principales proveedores, ha comunicado que esperan regularizar la entrega en enero, aunque por ahora el ingreso de vacunas es paulatino y gradual. Este retraso ha generado incertidumbre tanto en las farmacias como en los usuarios, quienes dependen de este insumo para cumplir con los calendarios de vacunación.
En años anteriores, la situación fue diferente. Durante el verano pasado, se logró vacunar a una cantidad considerable de personas utilizando remanentes del stock disponible. Sin embargo, desde septiembre, las farmacias de la ciudad dejaron de recibir nuevas provisiones, agravando la crisis actual.
Mientras tanto, las farmacias continúan evaluando las prescripciones médicas para gestionar los reembolsos con las obras sociales, pero la falta de vacunas representa un obstáculo significativo para satisfacer las necesidades de salud de la población.
La comunidad farmacéutica espera que las entregas se estabilicen pronto para poder reponer el stock y atender a quienes esperan inmunizarse. No obstante, la situación pone de manifiesto la necesidad de una logística de distribución más equitativa que garantice el acceso a las vacunas para todos los sectores.