El presidente Alberto Fernández abre este miércoles el período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el cuarto y último de su actual gestión. En su discurso, el mandatario defendió a Cristina Fernández de Kirchner y recordó el atentado sufrido por ésta el año pasado, acompañado de un fuerte pedido a la Justicia.
“Hace seis meses estuvimos frente a uno de los episodios más desgraciados vividos en estos 40 años como fue el intento de asesinato a la vicepresidenta de la Nación. Vuelvo a exigir a la Justicia que profundice la investigación de ese hecho”, comenzó el presidente, tras defender su postura por la paz en la guerra entre Rusia y Ucrania.
El pedido a la Justicia fue hecho con contundencia. “Con la misma celeridad con la que archivan causas de fiscales y jueces”, exigió. Entre los presentes están los magistrados de la Corte Suprema Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, los únicos dos de los cuatro magistrados que habían confirmado este martes su presencia. Al final, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda no fueron.
Tales asistencias y ausencias no pasaron desapercibidas, en el marco del juicio político abierto contra el máximo tribunal.
Sin embargo, no es la primera vez que el presidente habla sobre la Justicia con tono crítico. En 2020 presentó un proyecto de reforma judicial para “ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial”; en 2021 le pidió al Congreso que “asuma su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial”, y el año pasado dijo que la reforma que impulsó fue “resistida por la oposición para beneficiar a algunos funcionarios del gobierno anterior que deben rendir cuentas”.
No obstante, este 2023 el escenario está aún más enrarecido: la Corte Suprema repuso una ley derogada para tomar el control del Consejo de Magistratura, falló en favor de la Ciudad de Buenos Aires declarando inconstitucional una ley del Congreso sobre la distribución de fondos federales y el Ejecutivo impulsó un proceso de juicio político a los integrantes del máximo tribunal que se tramita en la Cámara de Diputados.
Se espera que su discurso tenga una cuota de repaso y defensa de su gestión y una perspectiva futura del país, marcado por las elecciones presidenciales y legislativas de este año y en el marco de una tensa interna en el Frente de Todos y también otros espacios políticos afines y no tanto, como La Cámpora y Juntos por el Cambio.
En tal sentido, el afuera, a diferencia de otros años, era deslucido. Hubo poca participación de la militancia. Pese a que al principio habían advertido que no iban a acompañar la apertura de sesiones, sí se vieron banderas del Movimiento Evita y Barrios de pie en la calle.
A diferencia de los tres años anteriores, Cristina esperó la llegada de Alberto con la nueva presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, quien reemplazó el año pasado al actual ministro de Economía, Sergio Massa, en la conducción de ese cuerpo.
Massa, quien tuvo una mención especial con agradecimiento incluido durante el discurso, se sentó esta vez junto al resto del gabinete, en las butacas laterales asignadas a los invitados especiales, los gobernadores y miembros del Poder Judicial y de la diplomacia.