El expresidente Alberto Fernández presentó su renuncia irrevocable a la presidencia del Partido Justicialista (PJ), una decisión que fue oficialmente comunicada al apoderado del partido. Esta determinación, que ya había sido anticipada con una licencia previa en el cargo, se aceleró tras la creciente presión de la dirigencia política debido a las investigaciones en curso sobre comisiones millonarias vinculadas a seguros. En su carta de renuncia, Fernández rechazó las acusaciones en su contra relacionadas con un caso de violencia de género hacia Fabiola Yañez, calificándolas como “falsas” y aclaró que su renuncia busca evitar que el PJ se vea involucrado en la polémica.
Fuentes cercanas a Juan Manuel Olmos, actual auditor de la Auditoría General de la Nación (AGN) y estrecho colaborador de Fernández, señalaron que Olmos fue quien habría sugerido al expresidente que renunciara al cargo. Olmos, además de ser amigo personal de Fernández, fue vicejefe de Gabinete durante su gobierno y fungió como mediador en los momentos de tensión entre Fernández y Cristina Kirchner. La semana anterior, Olmos fue mencionado en conversaciones filtradas que revelaron la participación de varios exfuncionarios de Fernández en la trama de las comisiones cobradas por brokers de seguros al Estado.
En su misiva dirigida a los miembros del Consejo Nacional Federal del PJ, Fernández escribió: “En el marco de la denuncia por presunta violencia de género que actualmente se encuentra bajo investigación en la justicia federal, presento mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Partido Justicialista a nivel nacional, un cargo con el que fui honrado oportunamente”.
El expresidente continuó: “Tomo esta decisión con el único objetivo de no involucrar al partido en los hechos que se me atribuyen falsamente. Deseo que ninguna de las repercusiones mediáticas de las que soy objeto dañe a este partido, en el que hombres y mujeres hemos trabajado arduamente por la igualdad de género y el respeto a la diversidad”.
Fernández concluyó su carta expresando su frustración ante la situación: “Los hechos que se me imputan son falsos. Aún espero que la Justicia actúe como corresponde, deje de filtrar información de manera irregular a los medios y me permita ejercer mi legítimo derecho a la defensa”. Finalmente, cerró con un mensaje a sus compañeros y compañeras: “Con el alma herida por tanto escarnio y siendo víctima de una cruel operación que también afecta a mis hijos, les saludo con el compromiso de siempre”.