La designación del sucesor de Martin Guzmán pondrá a prueba la capacidad de negociación de Alberto Fernandez, Cristina Kirchner y Sergio Massa: si no hay consenso entre los tres socios del Frente de Todos, el futuro ministro de Economía estará a merced de la paciencia de los mercados.
Y los mercados en épocas de suba del dólar, incremento del riesgo país y alta inflación, tienen escasa paciencia y la suficiente capacidad de fuego para acabar con un ministro de Economía en semanas.
El Gobierno podrá nombrar a un sucesor de Guzmán con relativa estabilidad política, cuando el Presidente, la Vicepresidente y el titular de Diputados comuniquen oficialmente que acordaron la designación del nuevo titular del Palacio de Hacienda.
Hasta anoche no había un sola posibilidad de lograr que Alberto Fernandez, CFK y Massa coincidan en una reformulación del Gabinete, en un programa económico común y en la designación de un ministro con suficiente experiencia política y económica que le permita sobrevivir a una interna palaciega que mastica todo lo que encuentra en Balcarce 50 y aledaños.
El Presidente intenta sostener las metas previstas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que la Vicepresidente abandonó la sesión del Senado cuando se ratificaba el crédito de Facilidades Extendidas que refinanció la deuda externa que dejó Mauricio Macri.
El líder del Frente Renovador cree que hay que diseñar un programa económico de consenso, reconstruir el gabinete para oxigenar el Gobierno y aplicar sin demoras el nuevo plan macro.
Cristina coincide con la mirada global y pragmática de Massa. Alberto Fernandez, todavía no.
El jefe de Estado asegura que la economía está creciendo y no quiere romper el acuerdo firmado con el FMI. CFK y Massa consideran que es momento de cambiar ciertos parámetros del programa creado por Guzmán y que también es indispensable reformular el acuerdo negociado con el Fondo.
Alberto Fernandez y Massa se encontrarán hoy en Olivos. El titular de Diputados considera que es necesario un cónclave entre el Presidente y CFK, tras demostrar su poder de fuego y su capacidad para instalar temas políticos en la agenda local.
La renuncia de Guzmán debería acelerar un profundo acuerdo político entre Alberto Fernandez, Cristina y Massa para desembocar sin fisuras en la designación de un nuevo ministro de Economía y en la conformación de un gabinete con mayor articulación.