El Paraná vuelve a tener en la región un caudal de agua importante debido a las lluvias que se registran en Brasil. Por este fenómeno, el río llegó a los 2,35 metros de altura y se espera que para enero se ubique en los 3,50 mts. A su vez, la crecida genera tener más alerta a la hora de navegar ya que la potencia de la corriente puede traer aparejada ramas, camalotes y la dificultad de divisar oportunamente bancos de arena que pueden causar accidentes con las embarcaciones.
Ante el panorama que se avecina, el prefecto Gustavo Gallas, jefe del Sistema de Control de Tráfico y Seguridad (Contrase), dialogó con Versión Rosario sobre los cuidados a la hora de navegar por el río. Tras dar los datos anteriormente mencionados por la crecida del Paraná, el integrante de Prefectura Naval Argentina advirtió que la suba del río trae aparejado que “la corriente del río venga con ramas, raigones, lo que es referente a camalotes”.
“Desde el punto de vista de lo que es la navegación náutica deportiva, las recomendaciones sobre todo es, primero, la navegación con precaución por distintas zonas y sobre todo zonas cercanas a la costa. Evitar navegar en horario nocturno y tratar de hacerlo con luz diurna para justamente en el caso de que aflore alguno de estos elementos contundentes, el navegante pueda visualizarlo sin ningún tipo de inconveniente”, agregó.
Luego, Gallas explicó: “Otra cuestión no menor que se suele dar con estos fenómenos, de crecida y de bajante, es la sedimentación que se puede llegar a producir en el río, donde pueden aparecer bancos de arenas que en otro lugar no se visualizan. Sobre todo acá en la zona de Rosario, donde tenemos un parque náutico deportivo muy importante, el segundo parque náutico deportivo más grande del país”.
Además, el prefecto reiteró “navegar con todos los elementos de seguridad a bordo” y para quienes solo decidan ir al rió con fines recreativos, hacerlo en playas habilitadas que tengan guardavidas.