La investigación por el atentado a los Tribunales Federales de Rosario, ocurrido a finales de septiembre en la zona de Oroño al 900, abrió un nuevo capítulo este jueves con el allanamiento a la celda de René “Brujo” Ungaro, quien se encuentra en el penal federal de Rawson por narcotráfico, asociación ilícita y un crimen. Según la investigación, Ungaro habría sido el autor intelectual del ataque a tiros al edificio judicial. También se realizaron operativos en la ciudad, más precisamente en una casa de compraventa de celulares de la zona sur. Además, condenado se le incautó un celular este miércoles durante un control de rutina.
El operativo de este jueves fue autorizado por el juez federal Marcelo Bailaque, titular del Juzgado Nº 4 de Rosario, y se hizo porque en la investigación se detectó que Guillermo Camarasa, detenido e indagado por haber disparado contra el edificio de la Justicia federal, antes de realizar el atentado mantuvo diálogos telefónicos con un teléfono del penal del Servicio Penitenciario de Rawson.
Tras el análisis de dichos contactos telefónicos, se determinó que esa persona era René “Brujo” Ungaro, quien fue llevado desde la cárcel de Ezeiza hasta Rawson a finales de agosto. Para la Justicia federal, el jefe narco habría atentado contra el edificio de Oroño al 900 porque fue el Tribunal Oral Federal 1 de la ciudad quien ordenó su traslado al sur del país.
Se presume en la investigación que Ungaro y Camarasa compartieron alojamiento en la cárcel de Piñero durante “algún tiempo”, por lo que se conocían previamente.
Como dato relevante, en una requisa de rutina hecha este miércoles por el personal de Servicio Penitenciario Federal de Rawson se le secuestró un celular al condenado jefe narco.
También se llevan a cabo otros dos operativos en Rosario por el atentado: uno es en Sánchez de Thompson al 200 y el otro en Ísola al 100 bis. En uno de los lugares allanados funciona una casa de compraventa de celulares, donde se sospecha que Camarasa vendió un teléfono en el último tiempo.
El padre del titular de la casa de celulares, de acuerdo a investigadores judiciales, es un policía retirado que este jueves entregó dos armas calibre 9 milímetros a los agentes de la Policía Federal que estuvieron a cargo del procedimiento.