A partir de la medianoche, los argentinos enfrentan un nuevo golpe al bolsillo con el aumento del precio de los combustibles en todo el país. Las petroleras, siguiendo el descongelamiento impositivo anunciado, actualizaron sus valores, pero además sumaron una suba en el margen de rentabilidad, lo que llevó a un incremento superior al esperado.
Inicialmente, se proyectaba un aumento del 4% autorizado por el Gobierno como parte del plan gradual para descongelar los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono sobre las naftas y el gasoil. Sin embargo, en promedio, tanto la nafta como el gasoil han aumentado un 7.5%.
En la ciudad de Rosario, los precios de referencia en las estaciones de YPF son los siguientes: $935 para la nafta súper, $1123 para la nafta premium, $979 para el diesel y $1157 para el diesel premium.
Este no será el último aumento de combustibles previsto debido a la corrección impositiva. Se esperan dos nuevos ajustes en abril y mayo para completar el atraso, y a partir de junio, los precios se actualizarán trimestralmente según el Índice de Precios al Consumidor del Indec.
Desde mediados de diciembre, los aumentos de combustibles han acumulado cerca del 95% en distintas ciudades del país, lo que ha contribuido a una fuerte caída de la demanda en enero, con caídas de hasta un 25% en los productos premium de algunas compañías.
En enero, las ventas totales de naftas y gasoil registraron una merma del 5.7% frente al mismo mes del año anterior y una disminución del 7.5% respecto al mes de diciembre, según datos de la Secretaría de Energía. Este incremento se suma al alza del casi 2% registrado el año pasado en comparación con 2022.