El presidente Javier Milei presentó este miércoles ante el Congreso de la Nación la “Ley Ómnibus”, un importante paquete de medidas bajo el lema “Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”.
Esta ley buscará declarar la emergencia pública en “materia económica, financiera, fiscal, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria, administrativa y social hasta el 31 de diciembre de 2025”.
Este nuevo proyecto del “loco de la motosierra” fue duramente criticado por el arco político, periodistas y politólogos. Una suerte de puntos demenciales y delirantes, fieles al estilo que suele mostrarse el flamante presidente de una Nación que presagia desarraigo y ajuste.
El primer punto de la ley Ómnibus, y que tiene mayor carga inconstitucional, es que se otorgará facultades del Legislativo al Ejecutivo con el “fin de mejorar el status económico-social de los habitantes de la Nación. Dicho con palabras más simples el presidente podría hacer lo que quiera sin pasar por el Congreso, o peor aún, ignorando lo que las cámaras decidieran.
A esto se suma el artículo 226 que permite la transferencia de los activos del Fondo de Garantía y Sustentabilidad al Tesoro Nacional y que otorga todas las facultades al Poder Ejecutivo para que este punto pueda llevarse a cabo. ¡Otra vez Milei queriendo hacer todo! (y pasándose por el trapo la Constitución Nacional).
Otro de los puntos a destacar es el artículo 327 de esta ley que buscará modificar el Código Penal para que los “organizadores” de las manifestaciones venideras sean señalados, hostigados y también condenados.
Uno de los puntos que muestra mayor retroceso, hablando como mujer y persona gestante, es el artículo 505 de esta Ley que sustituye el artículo 3 de la Ley de los “Mil Días”. La modificación de la ley mencionada propone el acompañamiento y atención integral de las “madres embarazadas”, y el acompañamiento y atención integral de los niños “desde la concepción”.
Este último término imposibilitará que cientos de personas gestantes (porque las mujeres cis, blancas y heterosexuales no son las únicas que gestan) puedan interrumpir voluntariamente su embarazo, porque permitirá que se viole la privacidad de esa persona y sea condenada médica y socialmente, además de que habrá un Estado decidiendo sobre los cuerpos de esas personas. Un poco contradictorio respecto a las ideas anarcoliberales del presidente.
Después más de lo mismo: quita de fondos a entidades de todo tipo, “divorcio express” (para quienes se arrepienten después de haber metido el gancho), modificaciones en el código electoral erradicando completamente a las minorías, privatizaciones de empresas estatales, desregulación del comercio, reformas judiciales.
Lo sorprendente de esto es que si reviso un libro de historia Argentina nada tiene comparación con estas medidas y con el accionar tan monárquico de quien nos gobierna, que quiere concentrar el poder tan sólo en él. Me atrevería a decir que incluso los gobiernos de facto fueron más “dadivosos” con estos nuevos planes anarcoliberales. Al final tanto que lucharon para sacar a los “anarquistas” del medio y lo sentaron en el Sillón de Rivadavia.