La reducción del Impuesto País sobre las importaciones, que entrará en vigor el próximo mes, disminuyendo del 17,5% al 7,5%, tendrá un efecto limitado en el precio de los vehículos.
Este impuesto juega un papel significativo en el sector automotor, ya que afecta tanto el costo de los autos importados como el de las autopartes que se utilizan en la producción local de vehículos. Además, influye en los insumos que los fabricantes de autopartes adquieren para abastecer a las terminales.
En general, los vehículos producidos en el país contienen entre un 50% y un 90% de componentes importados. Estos se adquieren con dólares oficiales del Banco Central, que ahora estarán sujetos a una reducción de 10 puntos en el Impuesto País.
Aunque esta reducción impositiva es una noticia alentadora para el sector, tanto para la industria como para el comercio, su impacto en los precios no será tan significativo como se podría esperar. El impuesto se aplica sobre el precio de fábrica de los productos importados, por lo que la disminución del 10% afecta solo a una parte del costo total del vehículo, que incluye además otros impuestos, como los aranceles de importación, y el margen de ganancia del importador.
El efecto en los precios de venta dependerá de cómo se reglamente esta reducción y de la estrategia comercial de cada empresa. Los analistas más optimistas estiman que los autos importados podrían ver una reducción en sus precios de entre un 4% y un 5%, mientras que los vehículos nacionales, con un porcentaje de partes importadas que oscila entre el 50% y el 60%, podrían experimentar una disminución ligeramente mayor. Otros expertos son más cautos y anticipan una baja modesta de entre el 2% y el 3% durante el primer mes de vigencia de la medida. Los más pesimistas incluso creen que la reducción del impuesto podría estabilizar los precios durante al menos un mes.
Sin embargo, debido a la inflación mensual del 4% y a la devaluación oficial del 2% mensual, es probable que la disminución de precios sea mínima en algunos modelos o que la baja sea solo temporal.
“No podremos trasladar íntegramente la reducción de 10 puntos en el Impuesto País al precio final de los vehículos por varias razones. Primero, porque los autos no son completamente importados. Hay mano de obra y costos fijos nacionales, además de impuestos locales que representan un 58% del valor de un auto. También hay componentes fabricados en el país. Por lo tanto, la idea de que una reducción del 10% en el impuesto se refleje automáticamente en una reducción del 10% en el precio no se cumplirá. Sin embargo, es posible que los clientes vean una mejora en el precio de algunos modelos”, explicó Pablo Sibilla, presidente y CEO de Renault Argentina, durante la presentación del Renault Kardian el jueves pasado.
En resumen, aunque la reducción del impuesto es vista como una medida positiva por parte del Gobierno, su impacto en los precios de los vehículos será moderado.