El Papa Francisco, convaleciente por sus problemas de salud respiratorios, reapareció este domingo ante los fieles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al final de la misa del Jubileo dedicada a los enfermos. “Buen domingo a todos, muchas gracias”, dijo a los fieles el argentino.

Luego, una mujer leyó un mensaje en su nombre en el que saluda “con afecto” a todos los que han participado en la misa del Jubileo de los Enfermos y agradeció “de corazón” las oraciones por su salud. De esta manera, el Sumo Pontífice llamó a no apartar de la sociedad a quienes padecen la enfermedad pues “afrontar juntos el sufrimiento nos hace más humanos”, alegó en una homilía leída en su nombre en la misa del Jubileo.

“Queridos hermanos y hermanas enfermos, en este momento de mi vida comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás para muchas cosas, de tener necesidad de apoyo”, confesó en el texto el pontífice

Y agregó: “No es siempre fácil, pero es una escuela en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar, sin pretender y sin rechazar, sin lamentar y sin desesperar, agradecidos a Dios y a los hermanos por el bien que recibimos, abandonados y confiados en lo que todavía está por venir”.
La homilía fue leída en su nombre por el arzobispo Rino Fisichella durante una misa que congregó en la Plaza de San Pedro a unas 20.000 personas entre pacientes, voluntarios y sanitarios que peregrinaron a Roma para cruzar la ‘Puerta Santa’ por el Jubileo.