Desde la época de pandemia especialmente comenzaron a visibilizarse en forma exponencial una serie de encuentros clandestinos en donde los invitados concurren con lanchas de “manera espontánea” para armar un boliche sobre el agua.
Uno de ellos es la fiesta Malibú, que congrega en la isla La Paciencia a todos los que tengan lanchas junto a su tripulación con heladeritas, bebidas, parlantes para disfrutar de un baile de embarcaciones durante la noche. Los excesos a la órden del día suman las complicaciones que genera el tráfico marítimo a la hora de liberar la zona.
El sábado pasado la fiesta clandestina en el agua llamada Malibú terminó de la peor manera con un choque de una lancha a otra, pese a que los tripulantes de la embarcasión colisionada, hacían señales de luces desesperados con linternas en la proa de la lancha.
El saldo fatal dejó a un hombre muerto (Adrían Javier Taborda de 35 años) y 8 personas más fueron heridas. “La punta de su lancha pasó por arriba nuestro. Tuvimos que tirarnos al piso para protegernos. Nos golpearon a mitad de la lancha, pero logramos mantenernos a flote” expresó Rocío, una de las heridas en el siniestro en declaraciones brindas a Aire de Santa Fe.
La embarcación que golpeó a la otra se dio a la fuga luego del siniestro, pero el domingo a la mañana, un joven se presentó con su abogado a Prefectura, para ponerse a disposición de la Justicia. El joven quedó detenido por orden del fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación, Dr. Arturo Haidar y esperará de esta forma la ausencia imputativa que será en estos días.