Esta semana fue clave en materia de desarrollo productivo con mirada federal: la ciudad de Santa Fe fue sede de la firma del Tratado de Integración de la Región Litoral impulsada por nuestro gobernador, Maximiliano Pullaro, y sus pares de las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa. Fue un paso clave para revalorizar el sistema federal en la Argentina en pos de mejorar la distribución de los recursos y potenciar la diversidad de sus producciones y las posibilidades de generar empleo genuino.
Sin embargo, esta gran noticia se ve ahora opacada por las modificaciones que ha implementado la Secretaría de Transporte de la Nación, a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, en el contrato de concesión de la Hidrovía Paraná – Paraguay, que solo prioriza el mantenimiento del dragado para los puertos del sur provincial y deja afuera una vez más a Santa Fe.
Esta decisión no contempla el desarrollo federal y no tiene en cuenta la posibilidad de potenciar el tramo al norte del Gran Rosario, tan necesario para descomprimir esa zona por la que sale la producción de otras 8 provincias. No incluir a la ciudad de Santa Fe en el dragado de la Hidrovía atenta contra el desarrollo de la Región Litoral.
Lo dejamos en claro en el mes de mayo cuando en el Concejo Municipal que presido firmamos el Documento Conjunto por la Hidrovía, junto al Ministerio de Desarrollo Productivo de la provincia, la Secretaría del Transporte de la provincia, la Municipalidad de Santa Fe, la Bolsa de Comercio y el Ente Administrador del Puerto Santa Fe, entre otras entidades de la ciudad. “La Vía Navegable Troncal Paraná-Paraguay reviste vital importancia tanto para el desarrollo sostenible de la Provincia de Santa Fe como también para toda la región litoral y el país”, empezábamos afirmando en ese documento.
Y dejábamos en claro los beneficios: si apostamos a una hidrovía con mayor calado en los puertos de Santa Fe y en los del norte, otras provincias podrían utilizarlos para exportar su producción, abaratando costos de logística y descomprimiendo las rutas tan saturadas de camiones.
No tengo dudas de que la provincia de Santa Fe debe ocupar un papel sobresaliente, como polo dinamizador del desarrollo de esta vía, con impactos sobre la matriz productiva de todo el país. Ello así por ser la que detenta la mayor extensión de costas sobre el río Paraná en el área central de la región núcleo; la que aloja puertos cuyas características los ubican entre los mayores del mundo en su tipo; la que posee la mayor red de comunicaciones terrestres, permitiendo así conectar las principales zonas productivas de la Región Centro y del país a sus puertos; la que posee varias ciudades ribereñas relevantes a nivel nacional, como también un sinnúmero de localidades aledañas ligadas a la producción. Y la ciudad de Santa Fe, como capital de esta provincia invencible, tiene un lugar central en ese esquema que debe ponerse en valor.
No podemos permitir que nuestro puerto quede afuera una vez más de las obras de dragado que necesita. Tenemos que alzar nuestras voces para defender los intereses de la ciudad, en representación de los vecinos y vecinas que representamos. No hacerlo implicará relegar oportunidades de progreso, de empleo genuino y de crecimiento para toda la Región Litoral y el país.
