A diferencia de la película estrenada hace 20 años, la historia que recorre la trama de la serie no se basa en hechos reales, sino en la pregunta de ¿qué pudo haber pasado en la favela y sus personajes dos décadas después?.
La película Ciudad de Dios fue una cinta que puso al cine brasileño en el foco internacional luego de ganar varios premios y sorprender por su narrativa y la crudeza de la historia con base en una favela de Río de Janeiro.
Entre las cosas impactantes de esa película estrenada en el año 2003, llamaba poderosamente la atención las actuaciones, considerando que en su gran mayoría los actores de Ciudad de Dios nunca habían actuado en una película; sino que eran habitantes de la favela. No estamos hablando de extras, sino de prácticamente todo el elenco.
Fernando Meirelles, su director explicó en su momento que esto se dio por dos motivos: la falta de actores negros con experiencia disponibles y el deseo de una mayor autenticidad. La película, basada en hechos reales, fue un éxito total de taquilla y actualmente está disponible en el catálogo de Max. Lo ideal, es ver primero la película para luego meterse en la serie que funciona como una continuidad de la misma.
¿Se puede ver la serie directamente?
Sí, solo se perderían algunos detalles pero no la historia en su totalidad, pero lo que más se perdería es la posibilidad de ver una película brillante, que sigue teniendo vigencia en la actualidad por su excelente manera de relatar la historia. En otras palabras, miren la película primero y si ya la vieron, vuelvan a regalarse la posibilidad de actualizarla.
La serie Ciudad de Dios: “La lucha continúa” ( recomendación sin spoiler)
La trama se posicionará en contar lo que ocurrió en la favela “Ciudad de Dios” luego de los acontecimientos reales que inspiraron las historias que cuenta la película. Cabe destacar que en este caso y a diferencia del film, hablaremos de una historia de ficción, que si bien contará y mostrará realmente cambios que ocurrieron en la favela, como ser los vinculados a su fisonomía, en este caso la premisa de imaginar personajes y a la propia Ciudad de Dios dos décadas después, da como resultado el producto de la imaginación de sus creadores.
Uno de los grandes aciertos es que fueron convocados muchos de los actores del pasado como por ejemplo se da en uno de los protagonistas, el fotógrafo “Rocket”, algo que agrega un componente de verosimilitud que ayuda muchísimo a la historia.
Como si se tratara de una continuidad natural y no una que aparece dos décadas después, la serie logra engancharse en la misma línea que tanto encantó en el film estrenado en 2003, a saber: Las historias adentro de la historia. Cada uno de los personajes de Ciudad de Dios: La lucha no para, tiene su momento de protagonismo o importancia para nutrir a la narrativa base.
Los personajes y las historias son creíbles y la serie atrapa como para devorar cada capítulo atrás de otro en modo maratón. Una vez más Ciudad de Dios actualiza y muestra como muchos de los problemas vinculados a los sectores más vulnerables de una sociedad, son parte funcional para cultivar los negocios y riqueza de la otra.
La serie cuenta con 6 episodios de 50 minutos aproximadamente y ya fue renovada por Max para comenzar el rodaje de una segunda temporada.
Absolutamente recomendada, dale play.
