Dos policías y dos exempleados de seguridad de un boliche bailable comenzarán a ser juzgados por el homicidio de Carlos “Bocacha” Orellano, un joven de 23 años que fue hallado muerto en las aguas del río Paraná en febrero de 2020, luego de ser retirado de ese local nocturno al que había concurrido con amigos.
El proceso iba a comenzar este lunes, pero fue postergado para el miércoles por el fallecimiento de un familiar de uno de los integrantes del tribunal.
“La expectativa que tenemos es que se haga justicia. Tenemos para dos meses. No va a ser fácil, serán dos meses duros. Tendremos que escuchar mentiras, barbaridades y ofensas. Desgraciadamente hay abogados que creen que lastimando ala víctima van a declarar inocente a su representado”, expresó Edgardo, padre de la víctima.
El juicio
Los cuatro imputados enfrentarán el proceso acusados del “homicidio simple con dolo eventual en grado de coautores”, en tanto que a los dos policías se les suma el delito de “incumplimiento de deberes de funcionario público y falsedad ideológica”, indicaron las fuentes del caso.
Todos se encuentran con prisión preventiva y enfrentan pedidos de pena de entre 17 y 19 años de cárcel por esos delitos.
“Luego de tres años de lucha por la Verdad, llegó la hora de que sea Justicia”, remarcaron desde la Asociación Civil Bocacha Orellano, y añadieron: “Bocacha fue asesinado. Con dos agentes de seguridad privada y dos policías acusados como autores, sabemos que fue un homicidio en contexto de violencia institucional y policial”.
Se trata de los empleados de seguridad privada del boliche Ming River House, Fabián Claudio Maidana (54) y Emiliano López (32), y de la pareja de policías provinciales, Karina Gómez (43) y Gabriel Nicolossi (40).
Según ventiló el fiscal Patricio Saldutti, de la Unidad de Homicidios Dolosos, durante las audiencias preliminares, los cuatro imputados se hallaban el 24 de febrero de 2020 “en inmediaciones del boliche Ming, dentro del Complejo La Fluvial, entre las 4.30 y las 5”, mientras cumplían “servicio adicional los policías, y de seguridad privada”, las otras dos personas.
De acuerdo a la pesquisa, a ese boliche había ido a bailar Orellano con amigos e intentó ingresar al VIP del local, por lo que fue retirado del lugar.
En la causa quedó acreditado que una vez que el joven fue sacado del boliche, los imputados “ejercieron violencia física” en su contra y rodearon a la víctima “contra la baranda del río Paraná”.
Para el fiscal los imputados, “aprovechándose de la superioridad física y numérica, lo golpean”, lo que llevó a que Orellano “salte las barandas de protección del muelle y caiga a las aguas del río Paraná, circunstancias que le provocaron su fallecimiento”.
De acuerdo a la reseña judicial, el cuerpo de la víctima fue encontrado el 26 de febrero de 2020 “en el río Paraná, a la altura del kilómetro 418, en cercanías al lugar del hecho imputado”.
Según la pesquisa, “tiempo después de la caída de Orellano al agua”, la agente Gómez dio aviso del hecho a la central de emergencias del 911 y a la Prefectura Naval Argentina, “pero omitiendo informar la verdad del mismo”.
“Y luego, todos los imputados se retiraron del lugar, sin brindar colaboración con las tareas de rescate de la víctima”, señala la acusación fiscal.
De esa manera, para los pesquisas, los acusados “impidieron con su accionar que el personal de Prefectura Naval que concurrió tras el llamado pudiera llevar adelante de manera efectiva las primeras acciones de búsqueda y rescate” de Orellano.