La Justicia sigue avanzando en su investigación sobre la barra brava de Newell’s y sus conexiones con organizaciones criminales en Rosario. Este miércoles, se dictó una condena clave: un integrante de una de las bandas enfrentadas en la disputa por el control del grupo fue sentenciado. Se trata de Carlos Tránsito González, quien formaba parte de una organización liderada por Pablo Camino, preso desde 2015.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) logró un acuerdo judicial que establece una pena de tres años de prisión para González, quien fue acusado de asociación ilícita. La condena se formalizó seis meses después de la primera audiencia en la que se presentaron las pruebas en su contra. Según la Fiscalía Regional de Rosario, la banda dirigida por Camino operaba con un doble objetivo: gestionar negocios ilegales en la zona oeste de la ciudad y competir con otras facciones de Los Monos por el dominio de actividades ilícitas relacionadas con el club del parque de la Independencia.
La sentencia, homologada por la jueza María Trinidad Chiabrera, refleja la participación secundaria de González en una disputa violenta que se extendió por casi dos años. En el conflicto, lideraban las facciones rivales Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos Damián “Toro” Escobar, ambos vinculados a Ariel Máximo “Guille” Cantero, cabecilla de Los Monos. González mantenía contacto directo con Camino, quien desde la cárcel impartía órdenes telefónicas para coordinar las actividades del grupo.
Entre 2021 y 2022, González participó activamente en operaciones como la recaudación de fondos, ataques armados y la recuperación violenta de propiedades en disputa con otros grupos. Según informó el MPA, las actividades eran organizadas en los barrios Belgrano, Godoy, Villa Nueva y Villa Urquiza, donde también actuaban otros miembros de la banda como Antonela Fernández y Carlos Olguín.
Uno de los episodios más impactantes en el marco de esta disputa fue el asesinato de Lorenzo “Jimi” Altamirano. El músico fue secuestrado al azar el 1 de febrero de 2022 y ejecutado frente al estadio Marcelo Bielsa con un mensaje mafioso en sus pertenencias. Este crimen evidenció la lucha de la banda de Camino por desplazar a los aliados del “Toro” y el “Pollo” en la gestión de actividades lucrativas como la venta ambulante, el estacionamiento ilegal en días de partido y los servicios de seguridad para eventos.
La condena de González representa un avance en el esclarecimiento de una compleja red delictiva que utiliza a la barra brava de Newell’s como pantalla para sus negocios ilegales. Mientras tanto, la investigación judicial continúa con el objetivo de desarticular completamente estas estructuras criminales.