Los recientes proyectos de desarrollo inmobiliario en los barrios de Puerto Norte y Arroyito se encuentran enfrentando un desafío por la falta de infraestructura energética adecuada. Este obstáculo llevó a cuatro actores importantes en el sector a entablar conversaciones con los directivos de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Sin embargo, hasta el momento, no se llegó a ninguna solución definitiva, y es probable que la resolución final se postergue hasta la próxima administración gubernamental.
La propuesta de la EPE consiste en que las empresas de construcción realicen una inversión para establecer una planta transformadora de 80 Megavatios, con un costo estimado de alrededor de 25 millones de dólares. Además de esta inversión, se requeriría adquirir un terreno en la zona, de aproximadamente 30×70 metros, entre las calles Gorriti, Génova, Alberdi y el Río, con el propósito de captar la energía del troncal que proviene de la avenida Alberdi.
Las empresas Obring, MSR, Fundar y Pilay expresaron su preocupación acerca de la viabilidad de llevar a cabo una inversión tan cuantiosa entre las cuatro, dado que solo aprovecharían alrededor del 5% de la capacidad instalada de la planta transformadora. Para abordar este problema, propusieron la posibilidad de establecer un esquema similar al utilizado en el caso del gas, mediante la creación de un fideicomiso con la participación de Rosario Fiduciaria, que incluiría inversión estatal. Argumentan que esta estación transformadora podría ser de utilidad para otros proyectos futuros y para la actualización de la infraestructura de la zona.
En ese sentido, se prevé que la definición final quede en manos de las próximas administraciones tanto provinciales como municipales, debido a la proximidad de las elecciones. “Las empresas desarrolladoras tienen una necesidad imperante de una resolución rápida en lo que respecta a la construcción de la estación transformadora para poder avanzar con los proyectos”, expresaron referentes de las constructoras mencionadas.
En el caso de MSR, que ya cuenta con la habilitación para su primera torre en Puerto Norte, están considerando la realización de una obra para abastecerla con energía, pero el desafío persiste para la segunda torre.
Por otro lado, Fundar tiene en marcha dos proyectos en Carballo y Estrada (Ana, 15,500 metros cuadrados) y Avellaneda y Don Orione (Alba, un edificio de 4,500 metros cuadrados), los cuales avanzan según lo planeado por la desarrolladora y requieren una infraestructura eléctrica adecuada.
Finalmente, Obring se enfrenta a la necesidad de energía para su torre de 200 metros de altura, que está proyectada a lo largo del río Paraná y tiene previsto su inicio en 2024.
En el caso de Pilay, su proyecto de inversión en la antigua planta distribuidora de Fecovita (Carballo y Estrada) podría experimentar retrasos si no se garantiza la capacidad energética necesaria para la zona.