Un estudio de la Fundación Igualar señala que en el espacio público de Rosario hay más de 2 hectáreas y media de residuos, repartidas en 270 microbasurales. El 66,6% está dentro o en las inmediaciones de un barrio popular, y más de la mitad se concentra en el Distrito Oeste.
El concejal del Frente de Todos, Mariano Romero, estuvo en la presentación y destacó que esto se debe a “la falta de un plan de gobierno serio por parte del intendente ha degradado la calidad de vida de los rosarinos y rosarinas”.
“Esta es una demanda constante de los vecinos, no sólo porque los residuos amontonados permiten la proliferación de enfermedades y plagas, si no por la basura obstruye los desagües pluviales, que tampoco reciben un mantenimiento adecuado, y ante cualquier lluvia, por mínima que sea, se anegan las calles de los barrios de la ciudad”, agregó el edil.
Dentro de la misma línea analizó la poca incidencia del Ejecutivo Municipal en la problemática: “donde había un problema, gracias a la Municipalidad de repente hay tres”, ironizó.
Por último, Romero destacó que la ciudad necesita una planificación integral del manejo de los residuos, que incluya la recuperación de los materiales que puedan ser reutilizado: “lo que representa un alto costo en el entierro de la basura para el municipio podría significar trabajo para los recicladores, un impacto ambiental positivo, mejores condiciones de vida para los vecinos e ingresos para el municipio por potenciar procesos de economía circular”.
“También se necesita un reparto equitativo para llegar con el servicio a todos los barrios de la ciudad. No puede ser que haya barrios con 3 contenedores por cuadra, y otros sin nada. No proponemos nada nuevo ni muy complicado. Es lo básico: ya existe legislación en la materia que el Municipio no cumple, como la ordenanza de Basura Cero y el sistema de reciclaje con inclusión social” sostuvo el concejal.