En un inesperado giro diplomático, la Argentina se enfrenta a una crisis con China tras la revelación de una reunión secreta entre la canciller Diana Mondino y la representante de Taiwán, Miao-hung Hsie. La tensión ha alcanzado niveles críticos, generando preocupación sobre posibles represalias por parte del gigante asiático.
Fuentes cercanas a la situación revelaron que China está evaluando medidas drásticas en respuesta a lo que consideran una violación de su soberanía. Entre estas medidas, se destaca la activación del cobro del swap de miles de millones de dólares, con intereses que rondan el 6%. Este proceso puede llevar meses, pero la amenaza de embargar exportaciones argentinas está sobre la mesa.
La situación se agrava con la posible suspensión de compras de soja y carne argentina. China ya había decidido priorizar a Brasil en sus adquisiciones de granos, y ahora se analiza reemplazar las carnes argentinas por productos brasileños y ganado en pie de Uruguay. Este escenario plantea un golpe demoledor para la industria cárnica argentina, que destina la mayoría de sus exportaciones al mercado chino.
Las tensiones bilaterales se intensificaron luego de que la embajada china en Buenos Aires expresara su indignación por la reunión con Taiwán. La geopolítica juega un papel crucial, ya que la Argentina, recientemente, anunció su retiro de los Brics, un bloque en el que China es uno de los principales actores.
Las represalias no se limitarían al ámbito económico, ya que se ha mencionado la posibilidad de que China suspenda el procedimiento para levantar barreras sanitarias a productos avícolas argentinos y la compra de menudencias de carne, acordados durante la visita de Sergio Massa a Beijing.
El impacto de estas tensiones no solo afectaría la economía a nivel nacional, sino también a varias provincias argentinas. La pérdida de un importante socio comercial como China podría tener consecuencias significativas en provincias como Jujuy, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, La Pampa, Santiago del Estero, San Luis y Formosa, donde las exportaciones dependen en gran medida del mercado chino.
El ex embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, advierte sobre los riesgos de romper relaciones con China, destacando que el país asiático representa más del 90% de las exportaciones de soja y una proporción significativa de otros productos argentinos.
En este contexto, Santa Fe, siendo el segundo destino de exportaciones locales, se ve especialmente vulnerable a los posibles cambios en las relaciones comerciales con el gigante asiático.
Según el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), las exportaciones de Santa Fe hacia China alcanzaron los 938,3 millones de dólares en el período enero-noviembre de 2022. Estas cifras reflejan la importancia nodal de China como destino de productos santafesinos, siendo una fuente crucial de ingresos para la provincia.
Sin embargo, la sequía impactó en las cifras generales de exportación, lo que puede resultar engañoso. A pesar de ello, se proyecta que en 2024 se producirá la segunda mayor cosecha histórica en Argentina, lo que podría impulsar nuevamente las exportaciones desde Santa Fe.
La diversificación de productos exportados, como aceites y porotos de soja, representa un aspecto crítico en las relaciones comerciales entre Santa Fe y China. La posible suspensión de compras por parte de China podría tener consecuencias directas en sectores clave de la economía santafesina.