Eduardo Toniolli confirmó su renuncia como vicepresidente primero del Partido Justicialista (PJ) de Santa Fe ha agudizado las tensiones dentro de la agrupación política que perdió el poder provincial en diciembre pasado. En una carta pública, el dirigente expresó su desacuerdo con el desarrollo del congreso partidario virtual realizado el último sábado, denunciando irregularidades que, según afirmó, atentaron contra la legitimidad del encuentro. Toniolli señaló que personas ajenas al cuerpo de congresales participaron en la sesión, lo que habría alterado el normal desarrollo del proceso democrático.
El objetivo del congreso era definir las estrategias electorales de cara a los próximos comicios de convencionales constituyentes. Sin embargo, las marcadas diferencias internas obstaculizaron cualquier posibilidad de consenso. Diversos sectores, como el liderado por el exgobernador Omar Perotti (Hacemos Santa Fe), el Movimiento Evita representado por el propio Toniolli, y el grupo que responde al senador nacional Marcelo Lewandowski, decidieron abandonar la reunión como señal de protesta. Estas facciones argumentaron que el congreso carecía de validez legal y advirtieron que podrían emprender acciones judiciales en respuesta.
Decidí renunciar a la vicepresidencia 1° del Partido Justicialista de la Provincia de Santa Fe. Adjunto la carta en la que explico las razones. pic.twitter.com/ItcNtFI3h6
— Eduardo Toniolli (@eduardotoniolli) December 30, 2024
Por su parte, Luis Rubeo, presidente del congreso partidario y exdiputado provincial, defendió la validez del encuentro. Según Rubeo, más de 190 congresales participaron activamente y todas las resoluciones fueron adoptadas conforme al orden del día previamente establecido. No obstante, las críticas de los sectores disidentes apuntan a que se habrían vulnerado los procedimientos formales, lo que ha intensificado las fracturas internas del partido.
La renuncia de Toniolli llega en un momento crítico para el PJ santafesino, que atraviesa un complejo proceso de reorganización tras los resultados adversos en las elecciones de 2023. A menos de un mes de tener que definir sus candidatos para la reforma constitucional y otras instancias locales, las divisiones internas plantean un desafío significativo para un partido que busca recuperar protagonismo en el escenario político provincial.
La creciente dispersión en las filas justicialistas pone en evidencia la dificultad de articular una estrategia unificada. Mientras los diferentes espacios intentan marcar sus propios caminos, el PJ enfrenta el reto de reconstruir su base y replantear su identidad frente a una ciudadanía que, en 2023, le dio la espalda en las urnas.