A casi 19 años de la tragedia de Cromañón y tras declararlo monumento nacional, el Gobierno Nacional anunció la expropiación del edificio, donde tuvo lugar la tragedia del 30 de diciembre de 2004, que a posterior se convertirá en un espacio para la memoria.
En aquel recital fatal de Callejeros, un incendio dejó un saldo trágico de 194 personas muertas y más de 1.400 heridas.
La medida, establecida mediante el decreto 652/2023 y con las firmas del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, busca convertir el lugar en un “espacio dedicado a la memoria”.
Esta iniciativa va de la mano con la Ley N° 27.695, sancionada en octubre de 2022, que declara “de utilidad pública y sujeto a expropiación” los edificios relacionados con la tragedia.
Según el Boletín Oficial, el edificio conservará los elementos testimoniales de la masacre, asegurando su “conservación preventiva, curativa y de restauración”. El objetivo es crear un espacio que albergue una muestra permanente, narrando los sucesos trágicos, y que sirva como escenario para actividades culturales e informativas.
El Ministerio de Justicia asume el rol de “sujeto expropiante”, mientras que la Secretaría de Derechos Humanos, dependiente del mismo organismo, se convierte en la autoridad de aplicación de la ley. Una Comisión Administradora será responsable de gestionar el espacio, con participación activa del Consejo de Víctimas Sobrevivientes y de Familiares de las Víctimas Fatales.
Celeste Oyola, sobreviviente de Cromañón, expresó su satisfacción tras la sanción del decreto y aseguró que esta medida es “un gran paso para todos los que creemos en que la memoria es colectiva y que estas acciones son la única garantía de no repetición”.