Desde este miércoles la tarifa de taxis aumentará nuevamente y será del orden del 40%. El incremento se da en el marco de una actualización con respecto al desfasaje que arroja el estudio de costos. Si embargo, hay temor sobre cómo impactará en la demanda del servicio. En el medio, taxistas apuntaron contra aplicaciones de viaje como Uber que aún no actualizan sus tarifas y muchas veces arrojan un precio más barato. Catalogan esta situación como de “competencia desleal”.
En la última sesión del Concejo se votó un aumento del 40%, “y seguramente ya habrá quedado licuado a razón de los constantes incrementos que sufren los insumos de la manutención de los vehículos, la alta inflación que no cesa, el 30% mensual que está proyectado para los meses de diciembre, enero y febrero”, indicó a Mirador Provincial Marcelo Díaz, referente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar).
“Esto genera que al aumentar los combustibles en más de un 200%, donde vamos a gastar 200 mil pesos de GNC en un mes en 12 horas de trabajo diaria, es como trabajar a nafta y es inviable sostener la actividad”, agregó.
También, cuando aumente la tarifa, “es probable que la gente se siga bajando del taxi porque no hay actividad, no hay incremento salarial, la gente restringe los gatos y estamos notando que se están bajando los choferes de los vehículos”, se lamentó.
Con este nuevo aumento, la bajada de bandera de la tarifa diurna tendrá un costo de 8 y la ficha y el minuto de espera. La nocturna se irá a $1.073 la bajada de bandera y la ficha y el minuto de espera.
Los domingos y feriados, junto a la tarifa nocturna de viernes y sábados, pasará a valer 1.176 la bajada de bandera y la ficha cada cien metros. Esto implica un aumento del 40% con respecto a los valores anteriores.
Como consecuencia, Díaz da cuenta que “hay muchos autos guardados en los talleres esperando turno para dar de baja las licencias, porque hay dos problemas: o se rompe el auto o se cae el chofer”.
Entonces, “esto provoca que los choferes se bajen porque no es más rentable el negocio. Solamente nos queda que haya aumento salarial para que nuestro servicio se sostenga”.
Al mismo tiempo, el referente de Catiltar insiste en dar batalla contra aplicaciones como Uber y Cabify, que se encuentran operando en la ciudad. “Lo que le exigimos al Ejecutivo municipal es que ejerzan y profundicen los controles sobre las aplicaciones ilegales, porque vemos que no alcanzan. Es una competencia súper desleal, porque terminan cobrando un poco más barato al principio haciendo un sistema dumping y afectando la actividad como sucede en Buenos Aires”, argumentó Díaz.