Los últimos reportes sanitarios indican que ya son más de dos mil personas que murieron y otras 2.059 sufrieron heridas de diversa gravedad tras el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió Marruecos el pasado viernes.
El epicentro fue a 71 kilómetros al suroeste de la turística ciudad de Marrakech. Todavía se siguen conociendo los daños y los equipos de rescate trabajaban en busca de sobrevivientes entre los escombros.
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Las autoridades gubernamentales declararon tres días de luto nacional y recibieron condolencias de los principales líderes mundiales. Desde Cancillería Argentina se informó que hasta la noche de este sábado 9 no había ciudadanos argentinos fallecidos, ni heridos a consecuencia del terremoto y también brindó sus condolencias en forma oficial.
Tras una reunión presidida por el rey Mohamed VI, la Casa Real de Marruecos dispuso “un duelo nacional de tres días, con banderas a media asta en todos los edificios públicos”, según la agencia de noticias marroquí MAP.
Mientras se sigue con los rescates y el trabajo en búsqueda de sobrevivientes bajo los escombros, hasta el momento, el terremoto dejó al menos 2.012 muertos y 2.059 heridos. Dentro de esta cifra, 1.404 se encontraban en estado muy grave, indicó el Ministerio del Interior marroquí en el último comunicado que actualiza los balances de víctimas.
La mayoría de los fallecidos se concentran en la provincia de Al Hauz (1.293 personas) y, en menor medida, en la de Tarudant (452), ambas situadas al sur de Marrakech.
La magnitud del daño generó una ola de solidaridad internacional con condolencias expresadas por el Papa y las autoridades de España, Estados Unidos, Israel, Reino Unido y la Argentina, entre otros países, que además ofrecieron ayuda humanitaria.
Por su parte, la Cruz Roja Internacional alertó que Marruecos podría necesitar “meses e incluso años” de ayuda para reconstruir las zonas afectadas, tal como ocurrió con el terremoto de Turquía y Siria a principio de año, y alertó que ahora vienen 24 a 48 horas “críticas”.