En las últimas horas, fuerzas de Interpol lograron capturar a Damián Reifenstuel, quien permanecía prófugo desde fines de 2023 por el asesinato de Ivana Garcilazo. La detención se produjo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y en breve se iniciará el proceso para su extradición a Argentina.
La información fue confirmada por Marcos Cella, abogado de la familia de la víctima. Según indicó el letrado, Reifenstuel reconoció su identidad al momento de ser interceptado por las autoridades y fue trasladado a Sucre, donde permanecerá detenido mientras avanzan los trámites de extradición.
Pese a su largo período de fuga, el acusado no habría realizado cambios significativos en su apariencia. Solo presentaba una evidente pérdida de cabello y signos de deterioro físico, atribuibles a las condiciones en las que vivió durante su estadía en la clandestinidad.
Las gestiones para su regreso a Argentina y posterior traslado a Rosario ya están en marcha. Según explicó Cella, cuando se emitió la alerta roja de Interpol, se trabajó en paralelo con la Justicia boliviana para agilizar el procedimiento en caso de que fuera localizado en ese país, lo que facilitaría una extradición expedita.
Reifenstuel había sido identificado en grabaciones de cámaras de seguridad en la intersección de Ovidio Lagos y Montevideo, pocos minutos después del crimen de Garcilazo. La joven, hincha de Rosario Central, circulaba en moto por esa zona cuando fue golpeada en la cabeza por un piedrazo, lo que le provocó la muerte.
La causa judicial es llevada adelante por el fiscal Gastón Ávila, quien ya imputó a Ariel Matías Cabrera y Juan José “Tuerca” Massón por su presunta participación en el homicidio. Ambos se encuentran bajo prisión preventiva efectiva.
Desde el inicio de la investigación, la principal hipótesis de los investigadores apuntaba a que Reifenstuel había cruzado la frontera hacia Bolivia por un paso no habilitado. Según lo declarado por el fiscal Ávila en su momento, el sospechoso se movilizaba con una mochila y una carpa, lo que le permitió mantenerse oculto por varios meses.
Poco después del crimen, el acusado, quien trabajaba como profesor de química, presentó certificados médicos en los colegios donde ejercía y posteriormente renunció a sus cargos. Luego, escapó hacia Bolivia, donde logró evadir la justicia hasta su reciente captura.
El fiscal Ávila había expresado en su momento las dificultades para dar con su paradero: “No sabemos qué tipo de contactos mantiene en Argentina ni cuántos recursos tiene para sostenerse como fugitivo. Lo que sabemos es que se desplaza ligero, con lo mínimo indispensable. Ahora, la alerta de Interpol nos permitió evitar que saliera del país por medios legales”.
Mientras tanto, la familia de Ivana Garcilazo viajó a Bolivia en su búsqueda y se mantuvo activa en los medios de comunicación de ese país para visibilizar el caso y presionar por su captura. Con su detención, se espera que pronto pueda comparecer ante la justicia argentina para responder por su participación en el crimen.
