El Gobierno celebró este miércoles un nuevo triunfo en el Congreso tras la aprobación del proyecto de Ficha Limpia en la Cámara de Diputados. La iniciativa, que obtuvo un respaldo mayoritario, establece que no podrán postularse a cargos electivos aquellas personas con condenas en primera y segunda instancia por delitos de corrupción. Este avance legislativo plantea un obstáculo para una eventual candidatura de Cristina Kirchner, aunque en el peronismo confían en que la propuesta será bloqueada en el Senado, donde Unión por la Patria cuenta con 34 bancas y necesita apenas dos votos adicionales para frenar la iniciativa.
El debate en Diputados se destrabó luego de que el oficialismo accediera a modificar el texto original. Se eliminó la cláusula que establecía que la normativa solo aplicaría si la condena había sido ratificada en segunda instancia antes del 31 de diciembre del año previo a las elecciones. Este punto, impulsado por el ministro de Defensa, Luis Petri, y el abogado Alejandro Fargosi, era resistido por sectores dialoguistas, quienes finalmente lograron su eliminación.
La votación final arrojó un resultado de 144 votos a favor, 98 en contra y 2 abstenciones. Entre los impulsores del proyecto estuvieron La Libertad Avanza, el PRO, la UCR liderada por Rodrigo De Loredo, y bloques como Democracia para Siempre, Independencia, Innovación, Producción y Trabajo, Paula Omodeo y la Coalición Cívica. Encuentro Federal mostró una postura dividida, con Miguel Pichetto y Nicolás Massot absteniéndose. En contraste, Unión por la Patria y la izquierda votaron en contra del proyecto.
Un desenlace incierto en el Senado
El destino de Ficha Limpia en la Cámara Alta aún es incierto. Si bien el peronismo mantiene la mayoría, la alianza de Victoria Villarruel con sectores dialoguistas, que permitió avances en diciembre de 2023, se debilitó en la última sesión tras la expulsión del senador entrerriano Edgardo Kueider, quien fue detenido en Paraguay con más de 200 mil dólares sin declarar.
Desde la oposición, algunos legisladores interpretan la media sanción de Ficha Limpia como parte de una estrategia de la Casa Rosada para negociar la aprobación de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, propuestos por Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia. La especulación cobró fuerza luego de que la comisión de Acuerdos del Senado emitiera despacho favorable para Lijo justo cuando Diputados aseguraba la votación de Ficha Limpia.
“El Gobierno busca intercambiar Ficha Limpia por el apoyo a los jueces de la Corte. No van a ceder esta ley sin asegurarse los pliegos de Lijo y García-Mansilla”, expresó un senador opositor. Otra fuente legislativa sugirió que la estrategia oficialista busca presionar a Cristina Kirchner para aceptar los nombramientos, advirtiendo que, de lo contrario, se insistirá con la aprobación de la ley que restringe su eventual candidatura.
Más allá de las conjeturas, el peronismo cuenta con una oportunidad de frenar la iniciativa si logra sumar los votos de los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. Ambos legisladores suelen definir su postura en base a las directivas de su referente político, Carlos Rovira, quien históricamente ha manifestado desconfianza hacia el accionar de la justicia provincial. Sin embargo, en un giro inesperado, el Frente Renovador de Misiones anunció su respaldo a la propuesta en el Senado antes de la sesión en Diputados.
Si Arce y Rojas Decut se inclinan por el oficialismo, el Gobierno alcanzaría los 37 votos necesarios para convertir Ficha Limpia en ley, ya que al tratarse de una reforma electoral se requiere mayoría absoluta. Desde el entorno de la vicepresidenta, no han avalado ninguna de las especulaciones y han señalado que la negociación está en manos del Ejecutivo.
Posturas enfrentadas en el debate
Durante la discusión en Diputados, el diputado Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, rechazó la idea de que Cristina Kirchner sea víctima de persecución judicial y cuestionó la falta de transparencia en los tribunales. “Venimos pidiendo desde hace años una auditoría sobre los juzgados federales. Si esto se hubiera hecho, Ariel Lijo habría quedado en último lugar en 2016”, argumentó. También insistió en la necesidad de una nueva ley de ética pública, un reclamo que comparte con sectores del radicalismo.
La diputada Karina Banfi (UCR) respaldó el proyecto y consideró que “se está rascando el fondo de la olla de la corrupción y de la degradación institucional del país”. Por su parte, Pablo Juliano, de Democracia para Siempre, criticó al peronismo por priorizar la protección de liderazgos individuales sobre el interés ciudadano. “Así le siguen dando oxígeno a Milei”, sostuvo el legislador, en alusión a la polarización política que favorece al oficialismo.
El escenario en el Senado se presenta incierto, con una pulseada que promete extenderse hasta el último momento. Mientras el Gobierno busca consolidar su avance en materia de transparencia electoral, la oposición peronista apuesta a resistir y negociar en el terreno legislativo.