Una tarde que debía ser de aliento y pasión futbolera se convirtió en un escenario de tensión y enfrentamientos, previo al encuentro entre Central y Atlético Mineiro por la Copa Libertadores. A pesar de la sanción impuesta por la Conmebol que privó a los hinchas de asistir al estadio Gigante de Arroyito, miles de simpatizantes se autoconvocaron en el parque Alem para dar su apoyo al equipo.
Sin embargo, lo que debería haber sido un gesto de respaldo se vio empañado por disturbios entre agentes policiales y algunos hinchas. Mientras el micro que transportaba al plantel pasaba por el espacio verde, cerca del estadio, se desencadenaron momentos de tensión, con disparos de balas de goma al aire por parte de la policía y denuncias de represión por parte de los aficionados.
A pesar del ambiente tenso, la multitud esperó ansiosamente la llegada del equipo, exhibiendo sus colores y símbolos característicos del club. Sin embargo, la presencia policial y la escalada de violencia empañaron el ambiente festivo.
Testimonios de hinchas y agentes policiales reflejaron versiones encontradas sobre el origen de los disturbios. Mientras algunos afirman que los disparos de balas de goma fueron una respuesta a ataques con piedras por parte de los simpatizantes, otros denuncian una actuación desproporcionada por parte de las fuerzas de seguridad.
Este incidente se produce en el contexto de una sanción impuesta por la Conmebol al club de Arroyito, debido a incidentes ocurridos en un partido anterior.