Los gremios vinculados a la Educación en la Provincia de Santa Fe son los que tienen actualmente una relación muy tirante con los funcionarios provinciales vinculados a la cartera. Si bien la medida de fuerza es nacional, la adhesión al mismo quedó cruzada por esta relación que sostienen los sindicatos y el gobierno de Pullaro en la actualidad.
“La decisión de descontar el día no trabajado y la pérdida de lo que implica para los trabajadores en la actualidad el sistema del presentismo, dificultaron la adhesión a la medida de fuerza” aseguró el secretario gremial de Amsafé provincial, Paulo Juncos quien dijo a su vez que al momentos los maestros en la Provincia tienen los salarios más bajos de la historia.
El referente gremial de las escuelas públicas le puso números a este reclamo: “son salarios casi de indigencia, de 600 mil pesos. Con ese sueldo, por más que estés en contra de las políticas que se aplican, no hay posibilidades reales de adherir a una medida de fuerza”.

Sadop en sintonía
Si bien la entidad gremial no proporcionó un porcentaje preciso de adhesión, enfatizó que la medida está siendo acatada por docentes en todos los establecimientos de la educación privada y que su impacto se percibe con mayor intensidad que en paros anteriores. “Notamos que el miedo a los descuentos y al extorsivo presentismo está empezando a ceder en Santa Fe”, afirmó Martín Lucero, secretario general de Sadop.
Lucero calificó la adhesión como “satisfactoria” y se mostró escéptico ante los datos que pueda difundir el gobierno provincial. “No me quedan dudas que una vez serán truchos; tan dibujados como el informe de licencias que mostraron hace unos meses y que nunca pudieron validar. Datos que parten de una declaración que exigen a docentes que, por ejemplo, están cursando licencia por enfermedad o embarazo y a profesores que no tienen carga horaria los días jueves”, cuestionó.
Desde Sadop Rosario hicieron especial hincapié en el extendido malestar del sector docente hacia la gestión del gobernador. Advirtieron que “los descuentos y las extorsiones pueden forzar que un docente vaya a trabajar aún enfermo; pero en el largo plazo y de manera silenciosa castiga a quien los persigue y castiga”.
