La extrema violencia en Rosario recrudeció este fin de semana con el asesinato de un playero a modo de amenaza mafiosa. Al cartel con un duro mensaje que se halló en la estación de servicio donde ultimaron al trabajador se le sumó uno previo encontrado sobre un corredor importante de la ciudad. Dichos escritos dejaron en claro que las muertes de inocentes van a continuar y dirigieron la culpabilidad al accionar de la provincia sobre los presos.
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En orden cronológico, Gendarmería Nacional descolgó este sábado por la tarde una bandera en el ingreso a la autopista a Buenos Aires con una fuerte amenaza dirigida hacia el gobernador Maximiliano Pullaro y al ministro de Seguridad Pablo Cococcioni a raíz del endurecimiento de las medidas dispuestas a los presos de alto perfil en las cárceles de la provincia. “Pullaro y Cococcioni se metieron con nuestros hijos y familiares… van a seguir las muertes de inocentes taxistas, colectiveros, basureros y comerciantes”, escribieron.
El otro mensaje con una acción concreta se halló justamente en la estación de servicio Puma de la zona oeste de la ciudad, donde Brian P., de 25 años, fue atacado a balazos. En esta oportunidad, el texto expresado en un papel contenía las siguientes palabras: “Esta guerra no es por territorio, es contra Pullaro y Cococcioni. Así como nosotros llegamos a 300 muertos, estando unidos vamos a matar a más inocentes por año. Nosotros no queremos celulares, queremos nuestros derechos, ver a nuestros hijos y familia, y que se respeten, no negociar nada. Queremos nuestros derechos para todos los presos de pabellones y cárcel. Basta de seguir humillando con la familia. Pullaro y Cococcioni carguen con muertes inocentes. Atte zona norte, zona sur y zona oeste unidos”.
Estas amenazas estarían relacionada por las condiciones de detención que padecen los presos de alto perfil alojados en los penales de máxima seguridad de la provincia desde que asumió la gestión Pullaro y el posteo publicado el Instagram, cuyas imágenes se viralizaron por su impacto y similitud a los aplicados por el presidente salvadoreño Nayib Bukele.