El primer año de desaceleración económica fue especialmente complejo para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs). A las dificultades habituales se suman problemas estructurales que impactan en los costos de producción. Entre los principales reclamos del sector se destacan el aumento de las tarifas de energía eléctrica, la presión tributaria y el incremento de la litigiosidad laboral.
Damián Sottile, gerente de la Federación Gremial de Comercio e Industria (Fecoi), expuso las principales preocupaciones de las PyMEs y subrayó el impacto del ajuste tarifario aplicado por la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Además, mencionó los avances en una mesa de diálogo con la provincia para aliviar la carga impositiva que afecta al sector productivo.
El costo de la energía eléctrica se convirtió en un factor determinante para la rentabilidad de las empresas. Según Sottile, en el último año el sector comercial soportó un aumento promedio del 233% en las tarifas base, superando ampliamente la inflación. “Entendíamos que era necesario algún ajuste, pero esto está 40 puntos por encima de la inflación, lo que hace casi imposible trasladar ese costo al consumidor final”, explicó.