El automovilismo nacional de luto: murió Traverso, una leyenda al volante
Juan María Traverso falleció este sábado a los 73 años. El “Flaco” fue un prócer dentro del deporte motor debido a su trascendencia por las victorias y los títulos.
El automovilismo nacional vive momentos de consternación al conocer que en la tarde de este sábado falleció Juan María Traverso, histórico piloto multicampeón y una verdadera leyenda al volante. El ídolo de Ramallo dejó de existir a los 73 años luego de enfrentar una dura enfermedad en el último tiempo.
La triste noticia fue confirmada de forma oficial por la Asociación Argentina de Volantes, institución de la cual Traverso era su presidente. “Descansa en paz Juan María Traverso, el ídolo máximo del automovilismo argentino. En cada autódromo del país tu nombre estará siempre en el recuerdo. Desde la Asociación Argentina de Volantes, entidad de la que fuiste presidente hasta el último día, le enviamos condolencias a todos los que alguna vez conocieron a Juan María Traverso”, publicó en sus redes sociales.
El “Flaco” fue un prócer dentro del deporte motor nacional debido a su transcendencia, la cual fue forjada a base de victorias y títulos, como también por su personalidad avasallante. El bonaerense cosechó seis coronas de Turismo Carretera (1977, 1978, 1995, 1996, 1997 y 1999), siete de TC2000 (1986, 1988, 1990, 1991, 1992, 1993 y 1995) y tres de Top Race (1998, 1999, 2003).
Debutó de forma oficial en el automovilismo el 31 de octubre de 1971 en la Vuelta de Pergamino y se retiró en 2005. La primera victoria la consiguió el 29 de octubre de 1972 en la Vuelta de 25 de Mayo y la última fue el 22 de agosto de 2004 en Olavarría.
El mote de “leyenda” se lo ganó a base de sudor y lágrimas como el triunfo con el auto en llamas, literalmente, el 3 de abril de 1988 en General Roca, por el TC2000. Para muchos, la victoria más heroica de Traverso.
Ya en su última etapa profesional, al Flaco se lo vió más suelto fuera de las pistas y protagonizando peleas con Marcos Di Palma, recuerdos que quedarán en el inconsciente de los fierreros.