El Concejo de Rosario actualizó, después de 23 años, la normativa que regula la vida nocturna en la Ciudad. En la sesión de este jueves, los ediles aprobaron una nueva ordenanza que redefine los horarios y requisitos para locales nocturnos y bares.
La nueva regulación permite a los locales con más de 300 metros cuadrados de superficie permanecer abiertos hasta las 6 de la mañana, mientras que los bares más pequeños, con menos de 300 metros cuadrados, podrán operar hasta las 4:30. Además, se introdujo la subdivisión de las licencias de sonido en “difusión musical” y “música ambiente”, dependiendo de si el volumen supera o no los 60 decibeles dentro del establecimiento.
Bajo esta nueva normativa, los establecimientos que difundan música por medios electrónicos y realicen espectáculos en vivo estarán sujetos a las nuevas reglas. También se añadió un artículo que permite a estos locales organizar eventos especiales para menores, bajo un protocolo municipal que regula horarios, iluminación, sonido y, por supuesto, prohíbe el consumo de alcohol.
Por otro lado, la regulación de los centros culturales se abordó en una normativa separada, con un enfoque en actividades culturales y artísticas realizadas mayormente en horario diurno.
Detalles de la Nueva Normativa
Con esta actualización, el Palacio Vasallo reemplazó la ordenanza 7.218 de 2001, que dividía la noche entre locales bailables y no bailables. El nuevo texto, debatido por los bloques políticos y revisado en una audiencia pública con diversos actores del sector, estipula horarios extendidos y regulaciones específicas para locales nocturnos.
Los locales con grandes superficies podrán operar hasta las 6 de la mañana, y los bares más pequeños hasta las 4:30. En cuanto al “factor ocupacional”, los locales podrán admitir un máximo de cuatro personas por cada 2,30 metros cuadrados de superficie útil, con ajustes según las salidas de emergencia, servicios sanitarios y condiciones de insonorización. Además, los subsuelos y plantas altas deberán tener vías de evacuación directas a la vía pública.
La normativa también impone restricciones basadas en la ubicación de los locales, prohibiendo la instalación de locales nocturnos cerca de hospitales con internación, geriátricos y salas velatorias, si la capacidad supera ciertos límites.
La Posición de Lisandro Cavatorta
El concejal Lisandro Cavatorta no apoyó la nueva ordenanza y compartió sus preocupaciones sobre la propuesta aprobada. Según Cavatorta, la normativa no resuelve el conflicto entre el derecho al descanso y el derecho al esparcimiento, y sugiere que la solución es establecer zonas exclusivas para locales nocturnos, alejadas de áreas residenciales.
Cavatorta expresó: “Intentamos encontrar una solución al conflicto entre el descanso de los vecinos y el esparcimiento nocturno, pero esta ordenanza permite la instalación de boliches en cualquier lugar de la ciudad, lo que no es beneficioso para nadie. Nosotros proponemos una visión diferente para la noche rosarina.”
El concejal argumentó que el problema principal radica en el entorno de los boliches, no en su interior: “El verdadero problema es lo que sucede fuera de los boliches: música fuerte, ruidos molestos, vibraciones, gritos y peleas. La ordenanza no contempla esta perspectiva y, al contrario, amplía el problema a toda la ciudad.”
Cavatorta también criticó la delegación de responsabilidades del Estado a empresarios y vecinos: “El Estado debe reforzar sus áreas de control y no delegar la responsabilidad. Sin un control efectivo del espacio público y medidas de seguridad adecuadas, la situación solo empeorará.”
El concejal propone una alternativa con Zonas de Entretenimiento Nocturno (ZEN), áreas designadas por el municipio donde se concentran locales nocturnos, alejadas de zonas residenciales y sensibles, con medidas de seguridad y control adecuadas. “Para que la industria del entretenimiento nocturno prospere, se necesita una planificación profesional y eficiente que equilibre los intereses de todos los involucrados”, concluyó Cavatorta.
