El Gobierno ha implementado una modificación por decreto en la estructura de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El organismo pasará a denominarse Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y contará con nuevas dependencias especializadas. Esta decisión se oficializó el martes a través del Boletín Oficial, según informaron fuentes oficiales.
El decreto establece la reestructuración del área de inteligencia, la cual dejará de depender de la jefatura de Gabinete y regresará al ámbito de la Presidencia.
Además de recuperar el nombre histórico de SIDE, la administración de Javier Milei ha dispuesto la creación de cuatro nuevas áreas: el Servicio de Inteligencia Argentino, la Agencia de Seguridad de la Nación, la Agencia Federal de Ciberseguridad y la División de Asuntos Internos.
El Presidente Javier Milei ha ordenado la disolución de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a partir de los resultados obtenidos en el marco de la intervención de la agencia que tuvo lugar el pasado 12 de diciembre de 2023. En su lugar, el órgano rector del Sistema de… pic.twitter.com/c9vdowJ4X3
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) July 16, 2024
Estas nuevas dependencias estarán bajo la supervisión de la SIDE, que será dirigida por un Secretario con línea directa al Presidente de la Nación.
En un comunicado, la Oficina del Presidente informó que el mandatario Javier Milei “ha ordenado la disolución de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) tras los resultados de la intervención realizada el pasado 12 de diciembre de 2023”. Además, adelantaron que la nueva estructura del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) será una Secretaría de Estado.
“La función de la agencia de inteligencia ha sido distorsionada durante décadas; en lugar de proteger al pueblo argentino, sus recursos se usaron para espionaje interno, tráfico de influencias y persecución política e ideológica”, señalaron.
También criticaron las repetidas intervenciones que se prolongaron durante años, lo que resultó en una falta de “supervisión efectiva”. “La proliferación de estas prácticas representó una deuda con el sistema democrático y republicano que comenzamos a saldar hoy”, concluyeron.