El gobierno encabezado por Javier Milei dio inicio este miércoles 15 de enero a un ambicioso plan de privatización de rutas nacionales. La iniciativa, oficializada mediante el Decreto 28/2025 y publicada en el Boletín Oficial, establece que en el plazo de un año se licitarán determinados tramos de la Red Vial Nacional para su concesión bajo el esquema de peaje.
El decreto detalla que las concesiones abarcarán actividades como construcción, explotación, administración, reparación, ampliación, conservación y mantenimiento de las rutas, además de servicios adicionales destinados a los usuarios. También se permitirá la realización de proyectos complementarios que generen ingresos adicionales. Entre los tramos incluidos en esta medida se encuentran el corredor vial 18, actualmente administrado por Caminos del Río Uruguay (Crusa), y rutas claves como la 12, que conecta Zárate con Ceibas y Gualeguay; la 14, desde Ceibas hasta Paso de los Libres; la 135, entre Colón y General Artigas; la A-015, que une Concordia con la Represa Salto Grande; la 117, que se extiende desde Paso de los Libres hasta el límite con Brasil; y la 174, que conecta Rosario con Victoria.
Fuentes de Vialidad Nacional explicaron a La Nación que el corredor vial 18 será dividido en dos segmentos: uno oriental, que incluye las rutas nacionales 12 y 14, y otro referido a la conexión representada por el puente Rosario-Victoria. “Esta decisión busca reducir el gasto público al delegar en el sector privado la conservación y el mantenimiento de las rutas nacionales actualmente gestionadas por la Dirección Nacional de Vialidad”, argumentaron desde el Gobierno.
El Ejecutivo también anunció la incorporación de un nuevo tramo a la Ruta Nacional 12, conectando Ceibas —en su empalme con la Ruta Nacional 14— hasta Gualeguay, en la provincia de Entre Ríos. Asimismo, se mencionó la calzada del Puente Internacional Agustín P. Justo hasta el límite con Brasil como parte de las rutas sujetas a concesión.
Según el Gobierno, el corredor vial 18 tiene un rol estratégico no solo para el desarrollo del Litoral argentino, sino también para el Mercosur, al conectar tres de los cuatro países miembros de este bloque regional. Además, la traza incluye la conexión terrestre con la Represa Binacional Salto Grande, lo que resalta su relevancia regional e internacional.