Desde hace mucho tiempo, las redes sociales han profundizado algunos problemas que los niños tenían anteriormente solamente segmentados a un determinado recinto. Por citar un caso, desde la aparición de “la vida en la pantalla”, el Bullying se ha convertido en algunos casos en un padecimiento de 24 horas.
La pantalla siempre al alcance de la mano y la escasez de filtros que funcionen eficazmente para catalogar determinados contenidos hacen que más de una vez lo que comienza como una diversión termine en situaciones graves y complejas para niños y adolescentes, que necesitarían tener asesoramiento y acompañamiento para poder manejarlas de la mejor manera.
Si aparece un desafío en Tik Tok de “comete tu propia caca”, lo que a primera vista puede parecer algo horrible o una tarea imposible de realizar por cualquier persona con uso de razón, puede convertirse para un adolescente en la oportunidad de pertenecer a determinado grupo, de superar un desafío para mostrar su valor o distintas cosas que los adolescentes sufren en lo cotidiano de “la edad del pavo”.
Por esto mismo es fundamental hablar con nuestros hijos, sobrinos, nietos y tratar de estar al tanto de lo que consumen, de los influencers que siguen y que tipo de desafíos realizan o han realizado ellos o sus amigos, para poder de alguna manera estar alertas o tratar de darles herramientas para que al momento crítico, sepan salir de una situación que los puede llevar a lesionarse, lastimarse o hasta incluso llevarlos a la muerte.
Los jóvenes, siempre están intentando revelarse, probarse y romper las reglas; las redes sociales están listas para viralizar contenidos de este tipo con todo tipo de pruebas estúpidas y sin sentido para muchos, pero para otros puede representar una oportunidad social que sin lugar a dudas lo puede llevar a un escenario de peligro.
La tecnología llevó a las manos de nuestros niños una ventana al mundo, una gran catarata de saberes pero también una serie de peligros que no deben llevarnos a paralizarnos, sino a trabajar con ellos. Charlar, explicar, tratar de entender y acompañar puede ser una gran diferencia para que un adolescente tenga otra perspectiva o al menos una duda antes de hacer un desafío que puede brindar muchos seguidores pero que puede ser peligroso para su vida.