“Esta es una novela muy entrañable, querible, de mucha intimidad, de mucha necesidad que fuera publicada”, dijo en Hernando Quagliardi a la hora de describir El plan Asja Lacis, una novela policial que comienza con una invitación a la lectura y culmina con la sensación de no querer que se termine.
Quagliardi es abogado y escritor, ganador de varios certámenes literarios. En agosto de este año se alzó con el VI certamen Rody Moirón de la ciudad de Junín, en provincia de Buenos Aires. En esa oportunidad, los jurados dictaminaron que El Plan era la “eficaz construcción de personajes y una trama orgánica, ingeniosa, audaz y sorprendente”.
La obra se enmarca en una novela policial argentina, el autor la encuadra cercana a “la norteamericana del siglo 20, pero es como se fue desarrollando en Latinoamérica. Roberto Bolaños, Ricardo Piglia, tipos que han encontrado en el formato de la novela policial condiciones de posibilidad de narrar otra historias”.
Se trata de un escritor que busca desesperadamente una historia tras haber ganado un concurso literario. Al quedar estancado en una novela inconclusa es tentado por un librero para que convenza a un hombre mayor de entregar un libro de colección. Ahí comienza la trama, cuando el escritor decide vivir la aventura en vez de escribirla.
Para Quagliardi, el personaje decide “hacer (su escritura) más vívida que teórica, y ahí hay una cosa muy interesante, todo se encierra a través de la figura de un libro, el que no pudo escribir, el que es de colección y se está buscando, el libro leído por el narrador/escritor Calle de mano única de Walter Benjamin, un diario de escritura asociado los sucesos de esa incursión y otro libro que es el diario de Moscú donde Benjamin relata su amor hacia Asja Lacis”.
“El desencuentro de la historia real, el fracaso de una pérdida del narrador, la marginalidad que busca alguna ventaja, una búsqueda desesperada que alivie ese presente, un premio, algo que los saque del encierro” son tópicos que recorren la novela contó el autor en una entrevista con Página 12.
Quagliardi agregó: “De alguna forma soy un dealer de citas para poder promover ciertas lecturas que a uno le gustan. Es deliberado, uno piensa en eso, es una construcción, quizás es un procedimiento cómodo y la pereza intelectual o la incapacidad de llevar la trama adelante lo lleva a caminar caminos que han sido abiertos”, detalla el autor sobre la obra literaria..
“Esta es una novela muy entrañable, querible, de mucha intimidad, de mucha necesidad que fuera publicada. No fue escrita ahora, ha tenido un derrotero, casi como cumpliendo el sueño del narrador del libro de ganar un concurso”, finalizó.