El caso de Gabriel Sanabria tomó repercusión por su gravedad. El policía de 26 años había sido baleado en la madrugada del 27 de mayo cuando se encontraba haciendo un control vehicular en Arijón al 400 en Rosario. Desde ese día, quedó internado en la unidad de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Este viernes ya lleva 28 días en ese centro de salud público, y para alegría de todos despertó.
El jueves los médicos del HECA le bajaron la sedación para ver si despertaba, y hoy por la tarde dio la gran sorpresa a toda su familia cuando fueron a visitarlo. Gabriel los esperó con los ojos abiertos y una sonrisa.
Vicente, hermano de Gabriel, relató: “El jueves al mediodía le bajaron los calmantes y despertó hoy, llegamos y lo vimos despierto. Estaba tranquilo y reconoció a mi mamá” y agregó: “Lo más importante es que no compite con el respirador y eso hace que se mantenga estable”.
Sanabria explicó que su “mamá le dijo que se quede tranquilo porque lo peor ya había pasado y que todos afuera estaban muy bien”.
La familia contó que Gabriel no habla pero que sonríe y responde a todos los estímulos. “Se le llenaron los ojos de lagrima cuando le contó que sus sobrinos lo esperaban afuera”.