Durante los años de Gobierno del Frente Progresista en la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe, el liderazgo del socialismo logró esquivar las referencias nacionales cuando no había un candidato propio en la proyección a la presidencia.
En algún momento el apoyo fue para el lado de Elisa Carrió, que llevó al en ese entonces presidente del Partido Socialista, Ruben Giustiniani como vice o bien cuando el propio Hermes Binner salió segundo en las elecciones que cómodamente ganó Cristina Fernández de Kirchner en su reelección.
En esos momentos quizás en donde el kirchnerismo se fortalecía, desde la oposición nacional empezaron a pensar en coaliciones y frente para poder llegar a ser Gobierno, cosa que finalmente ocurrió con la aparición de Cambiemos. A partir de la alianza generada por el PRO, la Coalición Cívica y el Radicalismo entre otras fuerzas políticas a nivel nacional, es que “el caso Santa Fe, empezó a aparecer raro”.
Los radicales en Santa Fe estaban muy cómodos adentro del Frente Progresista, y no querían saber nada con apoyar a Mauricio Macri como presidente, señalado como “el límite a cualquier posibilidad de coalición”. Bajo el ala y las figuras del socialismo entonces, Santa Fe logró durante mucho tiempo “esquivar la grieta nacional” y proponerse como tercera fuerza triunfadora.
Pasaron cosas
Sin embargo la derrota de Antonio Bonfatti ante Omar Perotti en las elecciones pasadas, junto con la victoria de Pablo Javkin en la interna a la candidata socialista a la intendencia, Verónica Irizar, empezaron a cambiar los aires del Frente Progresista en la ciudad, los cuales se profundizaron con la muerte del ex Gobernador Miguel Lifschitz.
De repente el Frente Progresista dejaba de ser esa marca registrada que ganaba elecciones en la provincia de la mano del socialismo para pasar a ser el furgón de cola de los referente de Creo que comenzaban a imponer sus nombres propios en la ciudad de la mano de Javkin y Schmuck. Si a esto le sumamos el rápido saltito de Maximiliano Pullaro que no dudó un segundo en jugar a una interna por senador dentro de Juntos por el Cambio, “las necesidades electorales” empezaron a borrar algunos límites.
¿Se puede sumar el Frente Progresista al PRO en Santa Fe?
Es lo que muchos quieren y al mismo tiempo temen. Ese escenario que parecía “nunca iba a llegar” hoy aparece al frente. La necesidad de unirse en términos electorales, golpea fuerte en el corazón ideológico cuando quien tiende la mano es justamente “ese otro” señalado históricamente como límite.
Para muchos la alianza ya está cocinada, solo resta terminar de armar el slogan y el discurso para salir a defenderla, ya que “el freno al kirchnerismo” no funcionó mucho en una provincia que durante muchos años no jugó en esa grieta porteña.
El problema de apoyar a Macri
Desde el PRO son muy claros: Si el Frente Progresista quiere armar un frente amplio en la provincia, la idea es por demás de bienvenida, y en internas se definirán los candidatos o candidatas para tratar de ganar la provincia y las ciudades de Rosario y Santa Fe especialmente. El tema está en que desde Buenos Aires exigen que se termine esto de “liberar a los votantes a nivel nacional” y piden campaña explicita en Nación. Con Larreta la cosa es bastante más simple al igual que con Manes porque con la palabra renovación se puede hacer maravillas… pero ¿si el candidato llega a ser Macri… los referentes del Frente Progresista se sacarán la foto de Mauricio 2023 diciendo “Sí, se puede”?