Si vivis en Rosario y sabes leer y escribir de corrido, es muy posible que alguna vez hayas leido alguna nota realizada por Pedro Squillaci, quien se ha logrado formar un nombre en la Cultura de la ciudad, a base de crónicas, entrevistas y otros menesteres despuntados durante su larga trayectoria escribiendo en las páginas del Diario La Capital.
Como muchos sueñan cuando comienzan a estudiar la carrera de periodismo o comunicación, Pedro es de esos que cuenta en su haber con entrevistas realizadas a una enorme cantidad de artistas a nivel nacional e internacional y de esos a quienes los famosos cuando ven en algun encuentro periodístico, lo saludan afectuosamente porque ven una cara conocida.
En un giro de esos argumentales que puede dar alguna buena película de suspenso, este año Squillaci cerró su etapa en el diario rosarino tras 31 años de historia y la propuesta de Vorly lo estaba esperando para ingresar al mundo del streaming.
En diálogo con Versión Rosario, Pedro Squillaci cuenta como surge la historia de “La Transparencia” el programa que encabeza en la pantalla de Vorly Streaming, todos los viernes a las 12:30 en youtube.com/@vorlystreaming
¿Cómo surge la idea de armar un programa en streaming?
Lo primero que tengo que contarte es que me atrapó la curiosidad. ¿De qué se trata este formato que habla todo el mundo y casi nadie sabe exactamente qué es? Vamos a averiguarlo, me dije. Yo venía de cerrar mi etapa de 31 años de diario La Capital, entre los cuales estuve los últimos 22 años en Espectáculos, y necesitaba cambiar. La gente de Vorly me tentó a que arranque allí y aquí estoy.
¿Cómo te llevás con el formato?
Como dirían las chicas top cuando arrancan a salir con un futbolista famoso: “Nos estamos conociendo”. Yo tengo todos estos años que te conté en periodismo gráfico, recién en los últimos años me empecé a adaptar a hacer notas por zoom y atender a la cámara, pero muy esporádicamente. Pero creo que hay más felling que cortocircuitos.
¿Qué cambia para alguien acostumbrado a hacer entrevistas y luego escribirlas, el hacerlas en vivo?
Primero y principal hay que tener en cuenta la parte estética. Antes yo podía hacerle una nota a Charly, a Jairo o a Campanella con cara de dormido y con una remera gastada que el tipo ni se enteraba. Ahora tengo que pensar que te mira el entrevistado y una cantidad importante de personas que te siguen. Antes preparaba 12 preguntas y ahora con cinco me sobran. Eso sí, una cosa es caer simpático y otra cosa convertirme en un cuarto Midachi. Hay gente que le encanta hacerse el chistoso en cámara, y no coincido. Una cosa es ponerle onda y buen humor, otra cosa es disfrazarme de la Gallina Turuleca porque es el Día del Niño. Eso sí, con cámara o sin cámara, luqueado con un traje o con una remera de los Stone y campera, nunca negocio el contenido. El que quiera un programa plagado de vacío que cambie de streaming.
¿Por qué buscaste el nombre La Transparencia?
Mirá, un poco tiene que ver con lo que vengo hablando. Creo que en momentos de tanta crisis política, social y cultural, lo que abunda es la mentira, sobre todo desde las esferas del poder, y también desde quienes deciden votar a la hora de las elecciones. En este contexto me pareció que lo mejor que podía ofrecer es transparencia. Y me enganché con un tema de De Bueyes -una banda que duró un disco integrada por un desprendimiento de la Bersuit- que dice “mírame a los ojos para que duela, que si no duele se queja la transparencia”. Me pareció una frase maravillosa en estos tiempos oscuros, y no lo dudé.
¿Cómo definís la agenda de invitados e invitadas, por placer o coyuntura?
Un poco y un poco. Pero trato de buscar invitados que presenten algún show, obra teatral o peli en alguna fecha posterior al programa. Cosa que me sirva como noticia, pero que también le sirva al artista y sobre todo a la gente, para que los vaya a ver. Desde ya que si viene Baby Etchecopar no lo voy a invitar a hablar en mi programa y si viene Alejandro Dolina voy a hacer mil intentos hasta conseguirlo. Hay mucho de elección personal y profesional, y me gusta elegir gente copada para entrevistar, y preferentemente buena gente.
Cuando empezó a surgir el formato streaming o podcast, ¿te imaginabas incursionando ahí?
Primero me tentó el podcast, porque me parecía que podía aportar algo allí. Ni se me cruzaba hacer streaming. Sin embargo empecé con streaming y todavía no hice podcast. Ojo, todavía.
¿Cómo ves a la Cultura en la ciudad?
Habría que hablar media hora para expresarse sobre la cultura de la ciudad. Una cosa es la gestión municipal y provincial de Cultura, otra cosa es cómo viven los rosarinos y rosarinas la cultura de Rosario. A veces es como una relación amorosa, hay encuentros y desencuentros, algunos son súper festivos, otros no tanto. Desde la apertura de la democracia a la fecha se nota que hay una política cultural en Rosario y en la provincia, a veces es más efectiva, otras queda a mitad de camino. Confío en la gente que trabaja allí, conozco a muchos funcionarios y funcionarias y sé que tienen buenas intenciones. El tema es que desde la administración Milei, los recortes de Cultura a nivel nacional también repercuten en la provincia y en la ciudad. Es momento de resistir y dar pelea en la cultura, ahora más que nunca.
¿Qué te gustaría contar que no preguntamos?
Podría contar que además de periodista de cultura y espectáculos, sigo trabajando en otras dos facetas, la escritura y la música. Como buen geminiano, puedo mostrar otras caras, aunque siempre con la misma esencia. Una es que estoy a punto de editar mi tercer libro, el segundo de ficción, por Homo Sapiens, aún sin nombre. Y la otra es que vengo despuntando siempre el vicio de tocar la batería, no te extrañe que pronto me prenda en algún proyecto musical también con alguna banda de rock.