Finalmente la tormenta pasó de largo y el alerta pasó de naranja a amarillo, por lo que se espera un sábado con un clima en Rosario amenazado por lluvias aisladas. En tanto, el calor se toma una respiro pero promete volver el domingo, según lo pronosticado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La mañana sabatina arrancó con un cielo cubierto con un termómetro en los 20 grados y vientos soplando del Sudeste a catorce kilómetros por hora. Además, la humedad se ubica en el 93 por ciento. En tanto, el aviso de agua se mantendrá hasta la tarde, momento en que se espera que la máxima llegue a los 29°.
Por su parte, el domingo podrían regresar los chaparrones y las altas temperaturas ya que se prevé que registros por encima de los 30 grados.