En una sesión extraordinaria celebrada este jueves, el Senado de la Nación aprobó la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para el presente año. Con 43 votos a favor, 20 en contra y seis abstenciones, el oficialismo logró avanzar con una de sus principales prioridades legislativas, aunque la votación reflejó diferencias internas en diversos bloques.
El debate expuso posturas divergentes tanto dentro del kirchnerismo como entre los partidos opositores. La senadora cordobesa Alejandra Vigo, presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales y una de las principales defensoras de la iniciativa, argumentó que las PASO no contribuyeron a mejorar la representación política y que, en la práctica, han funcionado más como una encuesta electoral que como un mecanismo efectivo de selección de candidatos. Además, sostuvo que su eliminación permitirá que los partidos políticos recuperen autonomía en la organización de sus procesos internos, tal como lo establece la legislación vigente.
Vigo también hizo hincapié en el costo de las primarias, estimado en 150 millones de dólares, y aseguró que la suspensión de este proceso electoral será valorada por la ciudadanía en el contexto de crisis económica actual.
Desde la oposición, varios senadores expresaron su desacuerdo con la medida. El pampeano Pablo Bensusán, del Frente de Todos, quien se abstuvo en la votación, cuestionó la decisión del Ejecutivo de impulsar esta iniciativa en sesiones extraordinarias, argumentando que había otras prioridades más urgentes. Además, advirtió sobre la falta de información respecto al sistema de Boleta Única de Papel, instando al Gobierno a capacitar a la población antes de su implementación.
Por su parte, el senador radical Pablo Blanco votó en contra de la suspensión, a pesar de haber firmado el dictamen en disidencia para permitir el tratamiento del proyecto. En su intervención, destacó que las PASO han sido una herramienta clave para el acceso de muchos dirigentes a sus bancas legislativas y cuestionó el supuesto ahorro de 150 millones de dólares, preguntando qué destino tendría ese dinero en un presupuesto nacional desactualizado.
En el mismo sentido, su colega Maximiliano Abad (Buenos Aires) rechazó la suspensión, al considerar que eliminar las primarias sin una alternativa clara representa un retroceso institucional. Según el legislador, más allá de la discusión sobre costos, lo que está en juego es la legitimidad del sistema democrático y la participación de los ciudadanos en la selección de candidatos.
Sin embargo, no todos dentro del Frente de Todos se opusieron a la iniciativa. El senador catamarqueño Guillermo Andrada justificó su apoyo señalando que la participación en las PASO ha disminuido de manera constante desde 2011, sugiriendo que los votantes no las perciben como una instancia esencial del proceso electoral. Por su parte, la jujeña Carolina Moisés opinó que el problema no radica en la democracia en sí, sino en los partidos políticos, que no lograron mejorar su representatividad a través de este sistema.
El cierre del debate estuvo a cargo de Ezequiel Atauche, líder del bloque oficialista en la Cámara alta, quien defendió la decisión al señalar que solo un pequeño porcentaje de agrupaciones políticas ha utilizado las PASO para definir candidaturas. Como ejemplo, mencionó que en 2023 el partido Principios y Valores, de Guillermo Moreno, presentó cinco listas que en conjunto no alcanzaron el 1% de los votos, lo que, según Atauche, significó un gasto innecesario para el Estado.
Con esta sanción, el Gobierno cierra una de las principales discusiones de las sesiones extraordinarias, aunque el debate sobre el impacto de esta decisión en el sistema electoral argentino sigue abierto.