El Senado de la Nación dio luz verde este jueves a la Ley de Financiamiento Universitario, un proyecto que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados. La iniciativa contó con un amplio respaldo de la oposición, logrando 57 votos a favor, 10 en contra y una abstención. No obstante, el Ejecutivo ya ha anunciado que vetará la norma, al igual que ocurrió con la reforma de la movilidad jubilatoria, argumentando que la medida pondría en peligro el superávit fiscal.
El proyecto, impulsado por la Unión Cívica Radical, busca aumentar los recursos destinados a las universidades públicas del país para asegurar su correcto funcionamiento. El incremento presupuestario también contempla mejoras salariales para el personal docente y no docente. De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso, esta ley tendrá un impacto fiscal de 735.598 millones de pesos, lo que representa el 0,14% del Producto Bruto Interno (PBI).
El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, celebró la aprobación de la ley con el apoyo de dos tercios del Senado. En sus palabras, “se ha aprobado una ley razonable que, sin comprometer las finanzas del Estado y afectando sólo el 0,14% del PBI, otorga previsibilidad presupuestaria y responde a la crítica situación salarial de docentes y no docentes universitarios”. Asimismo, Bartolacci instó al presidente a respetar la voluntad del Congreso, destacando que “los fondos destinados a la educación no deben considerarse un gasto, sino una inversión clave para el desarrollo, tal como lo hacen los países con mayor crecimiento”.