Encuestadoras y analistas políticos miran para otro lado a la hora de arriesgar. Es que los escenarios electorales que ha generado la política nacional y en algunos otros lugares como Brasil, asustan a más de uno a la hora de tirar un pronóstico posible.
En el vecino país, cuando los votantes brasileños llevaron a Bolsonaro y Lula como candidatos a un balotaje, la pregunta de todos los analistas y medios de comunicación de dicho país estaban posicionados en que tanta ventaja le sacaría Da Silva a quien en ese momento era el presidente de Brasil. Sin embargo un tibio 1% puso en el ojo de la tormenta la fatal pregunta para los analistas: ¿Qué es lo que no vimos para errarle tanto?
En las PASO nacionales pasó lo mismo, Javier Milei que parecía desinflarse en las encuestas luego de un gran comienzo de año en términos presidenciales, sorprendió al convertirse en el candidato más votado, y quizás también lo mismo le pasó a alguno con la victoria de Bullrich por sobre Rodriguez Larreta.
Actualmente, una coincidencia prácticamente total ubica a Massa y a Milei en un balotaje en noviembre. Sin embargo, hasta los propios candidatos saben que quizás ese escenario sea un problema, considerando la cantidad de yerros que han traido tantas encuestas rotundas.
¿Cómo llegan los candidatos?
La única certeza que entregaron las PASO y los escenarios previos a esta elección, es que tanto Miriam Bregman como Juan Schiaretti, no tienen chances reales de ser el próximo o la próxima presidenta.
Con respecto a los que si tienen chances, Milei se pavonea mostrando sus plumas de candidato más votado y ha alternado mensajes de campaña moderados como su spot televiviso en donde trata de mostrarse como alguien tranquilo y en sus cabales, al igual que en su participación clonazepanada en los debates de candidatos a presidente. Sin embargo en las redes y en sus apariciones presenciales, el libertario sigue dando rienda suelta a la motosierra y a los discursos de odio y descalificadores, que son los que le aseguran el voto duro, que disfrute de la fiesta y vitorea ante cada pronunciación de la palabra “casta”.
Massa, quien tiene el camino más complicado en este caso siendo oficialista, logró independizarse de la figura de Cristina y de Alberto, relegados al 100 por ciento en esta campaña y su soltura y conocimiento en términos de estado real de las cosas lo ha posicionado para sorpresa de muchos como un candidato muy presidenciable. En cada acto, chicana, debate o entrevista “en campo visitante” el actual Ministro de Economía se mostró suelto y rápido de reflejos para prácticamente no patinar nunca, inclusive con un cisne negro tan grande como Insaurralde a minutos de la llegada al debate. Para muchos ha crecido de manera exponencial y hasta algunos lo citan como un posible candidato más votado en las generales. Aunque todos los escenarios lo dan en un ballotage con Milei… nadie se anima a poner las manos en el fuego.
Juntos por el Cambio es el frente que más complicó sus chances de consagrar a un futuro presidente o presidenta de la Nación cuando el terreno estaba más libre que nunca. ¿Cómo puede ser que nos gane el candidato del oficialismo de un pésimo gobierno y que encima es el ministro de Economía que no logra bajar la inflación, principal problema a nivel nacional en la actualidad? Esa parece ser la pregunta que retumba en cada pasillo de Buenos Aires vinculados a la alianza encabezada por el PRO que parece arrepentirse de forma tardía no haber sabido leer el paño electoral previamente y fortalecerse alineandose apuntando a un candidato en lugar de dirimir internas con figuras tan disimiles que terminan separando votos. No es ninguna novedad que los números la daban a Patricia fuera del ballotage, justamente por la incapacidad de aglutinar los votos de Horacio Rodríguez Larreta. Muchos dicen que si la interna lo daba como ganador al jefe de Gobierno Porteño, los números para el frente hoy serían otros; por eso mismo sobre la marcha, Patricia lo incorporó a Horacio al equipo, luego de ser tapado literalmente por Mauricio Macri en el escenario, quien para colmo tuvo que salir varias veces a aclarar que sí, apoya a Patricia Bullrich. De todos modos, la suma de nombres propios, dicen algunos que hicieron levantar un poco las chances previas de la ex ministra de Seguridad, quien en los últimos días pidió colaboración de los gobernadores e intendentes de renombre del frente.
Los números hoy dan un empate técnico entre Milei y Massa con Bullrich unos escalones para abajo, con un escenario de balotaje cantado. ¿Alguien lo firma? Casi nadie, hasta el domingo a las 22 aproximadamente.
