Una nueva modalidad de estafas telefónicas está afectando a afiliados de Pami. En el último tiempo se registraron varios casos donde falsos operadores de la prestadora social llaman a afiliados con la excusa de ofrecer cobertura de medicamentos 100% gratis. Una vez que la víctima da sus datos e instala una aplicación, que le sugiere el timador, el control del celular pasa a manos del estafador, por lo que pueden acceder a las cuentas bancarias, realizar transferencias, tomar créditos y otras acciones que posibilitan concretar el robo.
Ante esto, la Defensoría del Pueblo provincial, recomendó a la población “tener máxima precaución a la hora de gestionar datos privados y medios de pago, y desconfiar siempre de llamadas telefónicas o correos electrónicos de supuestos bancos o empresas prestatarias de servicios”.
El organismo exhorta a la población a no responder a este tipo de llamados, ya que el trámite para la cobertura de medicamentos al 100 por ciento por razones sociales se realiza únicamente en el sitio www.pami.org.ar (o en la UDAI correspondiente en caso de que sean más de 4 medicamentos) y nunca de manera telefónica.
Estafas frecuentes
Otra modalidad en auge consiste en el envío de falsas facturas, por ejemplo, de la Empresa Provincial de la Energía, que dan cuenta de una supuesta deuda e invitan a pagarla a través de un enlace en el correo. En estos casos, el consejo es revisar el correo desde el cual se envía la factura, que nada tiene que ver con el oficial de la empresa en cuestión.
El engaño puede tener diferentes objetivos: robar información a través de phishing (una página que simula ser la oficial pero no lo es y recopila información sobre medios de pago y contraseñas), transferir dinero a una cuenta particular del estafador o controlada por él, o el pago de una factura de un tercero. Es por eso que siempre es necesario controlar el remitente del correo y, en caso de tener dudas, consultar con la empresa en cuestión si la deuda es verdadera y cómo abonarla.
Además, se está observando con frecuencia una metodología que afecta a todas las franjas etarias y consiste en llamadas advirtiendo sobre supuestos gastos realizados con la tarjeta de crédito de la víctima. Se indica que para revertir estos cobros es necesaria una gestión que el damnificado puede realizar en el banco o, si así lo desea, puede hacerlo telefónicamente a través de un llamado que recibirá más tarde. Al elegir esta opción, es llamado a continuación por alguien que finge ser de una entidad financiera y termina concretando el robo de información a través de este método.
“La mejor manera de prevenir cualquiera de estos métodos y otros similares es siempre desconfiar de los llamados, los correos, los mensajes y cualquier contacto que se reciba. La persona es la que tiene que llamar a los teléfonos oficiales de las empresas o de los bancos. Y siempre, ante estas situaciones, consultar en la Defensoría del Pueblo o en el organismo en cuestión”, remarcaron desde la entidad.