Desde tempranas horas del jueves, un extenso operativo de refuerzo de las fuerzas federales se desplegará en Rosario con el objetivo de contener la creciente violencia en la ciudad, que fue sacudida por una serie de ataques atribuidos a bandas narcocriminales. Con el respaldo logístico de camiones, camionetas y dos helicópteros del Ejército, 450 gendarmes, prefectos y policías federales se sumarán a los aproximadamente 1.550 efectivos ya desplegados en la zona.
El propósito principal de esta acción es patrullar las áreas de mayor influencia del narcotráfico y desarticular las redes de lavado de dinero que sustentan estas organizaciones criminales. Además, se destinarán equipos de investigadores especializados para abordar la compleja estructura del crimen organizado, desde los búnkeres de droga hasta las conexiones con sectores de la sociedad.
En paralelo a este operativo, el presidente Javier Milei está considerando presentar al Congreso una ley que habilite a las Fuerzas Armadas a participar en tareas de seguridad ciudadana. Esta iniciativa cuenta con el respaldo del gobernador Maximiliano Pullaro, quien manifestó la urgencia de dejar de lado las diferencias ideológicas para abordar la crisis de seguridad en la ciudad.
Pullaro enfatizó que los recientes acontecimientos en Rosario constituyen “ataques terroristas” y subrayó la necesidad de una intervención contundente para restaurar la paz y la seguridad en la comunidad. Además, destacó la importancia de coordinar acciones entre las fuerzas locales, federales y provinciales para enfrentar la amenaza criminal de manera efectiva.