Ante los ataques de las fuerzas militares rusas sobre Ucrania, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que Ucrania sufre “un ataque no provocado e injustificado por parte de las fuerzas militares rusas”. Las declaraciones fueron vertidas Biden luego de que Vladimir Putin anunciara una “operación militar especial” contra el país vecino.
El mandatario ruso apareció ante las cámaras de la televisión local para informar que había decidido realizar una operación militar que buscaba la “desmilitarización y desnazificación de Ucrania” (un país cuyo presidente, Volodímir Zelenski, es judío y varios de sus familiares murieron en el Holocausto).
El secretario general de la ONU, António Guterres, asumió su error de percepción acerca de la continuada amenaza militar rusa en las fronteras de Ucrania (”estaba convencido de que no pasaría nada grave, me equivoqué“) e instó a Putin a la contención. Este anunciaba en ese mismo instante una “acción militar especial” en el Donbás para “desmilitarizar y desnazificar” Ucrania y poner fin a la guerra entre Kiev y los separatistas, así como “al genocidio” de los habitantes del este. “Solo tengo una cosa que decir desde lo más profundo de mi corazón: presidente Putin, no permita que sus tropas ataquen Ucrania. Dele una oportunidad a la paz, demasiada gente ha muerto ya”, pidió Guterres en vano.